Capítulo 77: ¡Zhurong!

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Mientras Shen se encontraba perdido en su en cabeza buscando la respuesta para superar su propia debilidad, para Min-Ha y el resto Shen parecía inconsciente y sin probabilidad de despertar pronto.

—No es cierto —dijo Elizabeth incrédula —. Dime qué no es cierto.

La pelirosa saltó al instante dentro de la arena, nadie se molestó en detenerla está vez, la batalla ya estaba decidida.

—No te preocupes, aún está vivo —dijo Min-Ha para calmar a Elizabeth —. Sólo necesita descansar.

Estando en shock por la derrota de Shen, nadie vio el peligro inminente llegar. El enemigo se acercó por el cielo y no fue detectado hasta que fue muy tarde. Las alarmas sonaron por todo el lugar, las personas dentro se alarmaron y se apresuraron a evacuar, Natsu y compañía no sabían que ocurría pero si que significaba problemas. En el momento en que Natsu trató de bajar por Elizabeth, algo rompió por el techo y entró a toda velocidad causando aún más pánico si era posible.

—¡Ya estamos aquí perras! —Yai-Ha salió del humo y aprovechando la confusión arremetió contra las personas en las gradas.

—¿Qué demonios? —Elizabeth se agachó cuando el dragón pasó sobre ella, miró a Shen con preocupación y corrió hasta él.

Ráfagas de fuego azul fueron disparadas desde el centro de la arena contra toda persona presente en el lugar. Cuando el polvo y el humo se dispersaron, Min-Ha pudo ver a Shen-Ha, disparando a diestra y siniestra. Envío una de sus bestias a detenerlo y después volteó dónde Shen, logró ver cómo Elizabeth llegó hasta él y así pudo enfocar su atención en el dragón de fuego. El jabalí intentó embestir a Shen-Ha, pero este último se percató de ello y golpeó a la bestia en la cabeza.

...

—¿Qué ocurre? —preguntó Chan-Lee alterado. ¿Cómo traspasaron nuestra seguridad?

—Llegaron a máxima velocidad señor. Nuestras defensas no pudieron hacer nada —dijo uno de sus hombres al anciano.

El techo comenzó a colapsar y el agua del lago arriba del escondite pudo a entrar en grandes cantidades. Montones de rocas volaron hacia Chan-Lee y sus hombres, el viejo creó una muralla de viento y freno las rocas aún en movimiento.

—Los humanos —dijo con preocupación —. Sáquenlos de aquí. ¡A cualquier costo!

...

En la arena, Yai-ha continuaba disparando fuego contra las personas sin compasión.

—¡Hay que salir de aquí! —ordenó Erza rápidamente viendo que había soldados rumbo a su posición —. ¡Ahora!

—Voy por Elizabeth —dijo Natsu.

En ese momento Yai-ha irrumpió entre las hadas y lanzó fuego para separarlas. El grupo quedó dividido en dos, por un lado Natsu, Freed, Chelsea y Let y por el otro el resto de miembros. Dos dragones más entraron por la fuerza a la arena, Yai-ha disparó fuego de las manos contra las hadas, pero fue bloqueado por Natsu al ponerse delante de ellos.

Más y más dragones entraron por el hueco en el techo por dónde llegaron Shen y Yai-Ha, algunos se volvieron humanos y comenzaron a pelear contra las fuerzas aliadas de Chan-Lee. Natsu hizo un gesto hacia Freed para buscar la oportunidad de sacar a los chicos, Yai-Ha dejo de lanzar fuego y se lanzó directamente contra Natsu, a pesar de verse más joven que Shen, la fuerza del chico era comparable, el pelirosa no pudo soportar mucho y salió volando.

Abajo, Shen-Ha apenas se había percatado de la presencia de Min-Ha, después y sólo después de destruir a varios de sus animales. El hombre sonrió cínicamente y aplaudió.

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