12 de septiembre del 2016
Siento una luz en mi cara, abro los ojos lentamente y siento un dolor palpitante en mi cabeza. Me siento algo desubicada y descubro que estoy en mi habitación. De inmediato viene a mi mente los sucesos de la noche de ayer, y una leve sonrisa se forma en mi cara.
Nos besamos. Y aunque estuviera algo pasada de copas no puedo fingir que no me gustó, que no quise ni disfrute hacerlo.
Este hombre va a matarme en serio, hace que me contradiga a mí misma de una manera impresionante. Recuerdo que después del beso, seguimos bailando sin darnos cuenta de cuanto había pasado y luego sus escoltas nos llevaron a mi apartamento. Lou y su chico estaban muy entretenidos, Marco y Fran ni se diga. Pero yo ya estaba muy cansada así que le pedí a Coleman que me llevara a casa.
No sé si fueron alucinaciones o qué, pero creo que antes de irse me robo un beso, pero ya ni me acuerdo con exactitud.
Me giro a ver la hora en el reloj y...
MIERDA.
8: 30 AM.
No, no, no. Agh lo sabía.
Me paro de la cama como puedo, siento como si miles de agujas atravesaran mi cráneo. Me baño de rapidez, me pongo lo primero que encuentro y no me da ni para preparar algo de desayuno. Me tomo las pastillas para el dolor de cabeza y me pongo unas gafas negras, me hago una coleta en el pelo y salgo a paso rápido del apartamento.
En el camino me paso 3 semáforos y casi me llevo a una motocicleta.
Parqueo como puedo el carro y bajo corriendo entrando al edificio.
-Ela –hablo agitada- Buenos días ¿Francesca llegó?
-Sí, signorina Elizabeth –diablos- quiere que vaya inmediatamente a su oficina.
-Grazie –digo y subo al ascensor.
Vamos, vamos.
Las puertas se abren y disminuyo el ritmo de mis pasos.
-Elizabeth Evans Mitchell, llegas dos horas tarde –habla pausadamente con las manos en su cadera- no atendiste tu celular en ningún momento. ¿TIENES IDEA DE LO PREOCUPADA QUE ESTABA?
- ¿Eso significa que no estoy despedida? –pregunto apenada.
-Eso significa que... -se acerca a mí y me sorprende dándome un golpe en el brazo.
-Auch.
-Tonta, no me des más sustos así –dice - ¿Por qué estás usando gafas? –me las quito provocando que la luz perturbe mis ojos.
-Auch –dice ella- y después yo soy la mala con los tragos, mírame –da una vuelta en su eje- como si no hubiese tomado ni nada.
-Ya veo.
-Termina de arreglarte –se sienta en su silla- Coleman te está esperando abajo, ese es otro que estaba preocupado por tu retraso.
- ¿Ah sí?
Voltea hacia donde mí y me analiza.
-Suéltalo –termina por decir.
- ¿Qué? No sé a qué te refieres.
Ríe –Evitémonos el rodeo y suéltalo, te conozco como la palma de mi mano, ayer paso algo entre tú e Ian ¿qué fue?
Me tomo mi tiempo para hablar y lo hago.
-Nos besamos.
Abre los ojos, y su mandíbula cae. Parpadea varias veces y balbucea un poco.
-Tú y Coleman hicieron la cosa de... juntar sus labios y... intercambiar saliva... y... Woaw –dice recostándose al espaldar de la silla.
ESTÁS LEYENDO
Sobreviviendo al pasado
Novela JuvenilElizabeth Evans, una talentosa diseñadora gráfica lleva 3 años rehaciendo su vida en la capital italiana, después de haber pasado por un momento muy doloroso en su vida. Su primer amor fue arrancado de sus brazos sin ella poder imaginárselo. Han pas...