»Children Of Fame« [Stray Kids]

5. »La última vez«

Jeongin estaba realmente disfrutando del caliente y húmedo beso. Podía sentir la gloria al unir sus labios y rozar el piercing de Hyunjin. Sus pechos estaban pegados, Jeongin acariciaba los cabellos de la nuca de Hyunjin mientras este bajaba una de sus manos para tocar su trasero. Sonrió un poco sobre sus labios por el atrevimiento pero no le molestó en absoluto, le gustaba el tacto y toda la reacción que estaba teniendo su cuerpo por Hyunjin.

La música les dio un ambiente más sensual, el calor del lugar, el alcohol en sangre y los días de deseo estaban causando un caudal de lujuria. Sus lenguas permanecieron invadiendo la cavidad ajena alternadamente. Jeongin comenzó a avivar el fuego soltando sonidos obscenos para Hyunjin. Las ganas aumentaban con cada toque hasta el punto que Jeongin sentía el miembro apresado de Hyunjin contra su cuerpo también excitado.

—¿Nos vamos a casa?—a Jeongin le costó cerca de un segundo procesar lo que acababa de oír. A casa... Sería la última vez, pensó. Esperaba que no fuera difícil encontrarse con él luego de lo que vaya a suceder porque estaba bastante mejor desde que habías comenzado a juntarse con Yeji. No quería que todo se tornara incómodo con la chica por lo que hiciera con Hyunjin. Jeongin lo pensó un poco pero tampoco podía negar sus ganas de encontrarse piel con piel con Hyunjin.—Si no estás seguro, está bien, Jeongin.—levantó la mirada encontrándose con los ojos del contrario.

—Terminaría sucediendo de todos modos.—concluyó Jeongin sintiendo que, de verdad, sería inevitable. Hyunjin sonrió y lo volteó. Su espalda rozó con el pecho de Hyunjin mientras éste lo guiaba entre la gente sosteniendo sus caderas como si fuera su forma de no perderlo en el lugar y para no romper con el contacto corporal.

Ya fuera, el aire fresco les dio un respiro porque sentían demasiado calor. Hyunjin tomó su mano y eso lo tomó por sorpresa. No tuvieron que llamar un taxi o esperar mucho porque había unos cuantos fuera del lugar. El hermano de su amiga lo atrajo con él a los asientos traseros del taxi. Las ansias eran abrumadoras. No sólo su cuerpo se estaba preparando para lo que pasaría, su mente estaba llena de ideas pervertidas y su corazón estaba desbocado, la sangre en sus venas corría a gran velocidad por la ansiedad.

—Relájate.—Hyunjin se acercó a su oído a susurrarle, Jeongin tembló porque la voz de éste sonó profunda y ronca. Estaba más que entrenado en el terreno de la seducción y eso era algo que le estaba gustando.

Cuando llegaron al edificio donde vivían los Hwang, Hyunjin ni siquiera espero a que salieran del ascensor. Los ocho pisos hacía arriba se los pasaron con las bocas unidas, Hyunjin masajeando su trasero encima de la ropa y Jeongin dejándose hacer con la rudeza del otro. Lo encendió cuando Hyunjin lo elevó desde su trasero haciendo que su espalda chocara un poco con la superficie del ascensor, tuvo que rodear la cintura del contrario con sus piernas y aferrarse a los hombros anchos de éste.

Entraron al departamento, Jeongin no se sorprendió que Hyunjin pudiera manejar todo con él encima. Abrió la puerta, luego la cerró y arrojó las llaves sobre la isla de la cocina. Jeongin ya no besaba su boca, ahora en su camino a la habitación besaba su cuello mientras hacía equilibrio para desabotonar la parte superior de la camisa del otro. Su espalda tocó la blanda cama con delicadeza después. Jeongin se quedó viendo a Hyunjin mientras éste terminaba por desabotonar el resto de su camisa.

—¿Me desnudo?—preguntó. Vio a Hyunjin mirarlo un poco divertido.

—No, lo haré yo.—contestó y comenzó a subir por la cama hacia Jeongin, lo tomó de la mano haciendo que éste se sentara. Su mano tanteó su cuello hasta hacerse paso por los botones en la camisa de Jeongin. Como sería la última vez, Hyunjin quería ser lento y tocar lo más posible a Jeongin. Mientras quitaba su camisa dejó muchos besos en su cuello y hombros haciéndolo estremecer. Lo volvió a besar en los labios cuando lo recostó con el torso desnudo, más besos húmedos bajaron por su cuello y sus claviculas. Hyunjin también mordisqueó y lamió algunas zonas, sintiéndose extasiado de la piel del contrario. Pronto sus manos fueron hasta el borde de sus jeans, tirando hacia abajo. Jeongin jadeó cuando las manos de Hyunjin rozaron su bragueta teniendo ese contacto indirecto con su miembro.—Estabas deseando esto. ¿Cierto?—Hyunjin sonreía mientras lo desnudaba por completo. Jeongin se sonrojó.