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Yibo intentaba no bostezar sobre la cara del estilista, después de cambiarse las prendas un par de veces, ahora descansaba unos minutos mientras mejoraban su peinado, sigue sin entender qué tanto quieren mejorar, su cabellera no es abundante como antes para recrear otros estilos, al menos lo intentan y vaya que sí se nota un leve cambio. Desliza su dedo índice sobre su celular, varias marcas de tenis, cascos para moto con diseños extravagantes e incluso personas realizando trucos simples con patineta y claro un mensaje de un desconocido.
¿Un qué?
− ¿Yibo? ¿Estás listo? Estamos por terminar.
Un chico de estatura promedio entró a la habitación en busca de Yibo, el estilista se alejó dejándolos solos. Su tez era lúcida y nívea, reflejaba un toque altamente jovial y su forma de vestir era recatada y sin exagerar.
Zhu ZanJin era por unos años mayor que Yibo, pese a eso tenían una agradable relación de trabajo, se adaptaron muy bien debido a que sólo se concentraban en ello. Sin embargo algo que el representante del menor no podía controlar era en definitiva sus expresiones faciales, alzó una ceja y levantó la comisura de sus labios haciendo aparecer ese lindo hoyuelo en su mejilla.
−Okeeeey... ¿Se puede saber qué haces? El tiempo corre, todos nos queremos ir a descansar.
Yibo seguía ensimismado en su teléfono, sin poder creer todavía lo que leían sus ojos. Su palpitar se comenzaba a acelerar y la emoción le recorrió todo su ser. Su mano tembló aún sosteniendo el aparato y volteó a mirar a Zanjin quien seguía ahí estático. El menor se puso de pie con rapidez y se plantó frente a la otra persona poniendo el celular frente a su rostro.
− ¡ZanJin! ¿Puedes leer esto?
La pregunta le pareció tonta y el brillo casi le coce los ojos a ZanJin, pero no quiso protestar. Parpadeando con rapidez para acostumbrarse, comenzó a leer:
− Hola, soy Xiao Zhan, quisiera invitarte a cenar... − ZanJin pausó por completo cuando Yibo dio pequeños saltos, inquieto. − ¿Podrías dejar de moverte? No puedo leer así. Y ¿Quién es ese tal Xiao Zhan?
− Así que no estoy soñando... Él de verdad me escribió.
No podía seguir conteniendo tanta felicidad en su interior, era como tener una grandísima explosión de fuegos artificiales uno tras otro. Para Zhu, eran pocas las veces que lograba apreciar una sonrisa sincera y etérea de parte de Yibo. ¿Cómo un mensaje podía ponerlo en tal estado? Era incomprensible que el frío Wang Yibo se comportara así. Le sonrió con ternura, aunque tuviera 23 años, seguía pareciendo un niño que se emocionaba por un dulce.
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Dance Lover || ZhanYi ||
RomanceYibo era feliz cuando la música entraba por sus oídos y podía reflejarlo a través de su cuerpo en movimiento. Él estaba 99% seguro que nada lo podía hacer sentir más satisfecho que bailar, andar en su moto y construir legos... hasta que conoció a Xi...