Be Mine ll Tony López y tú

26

—Vamos ______, es un hombre, no estés así. —Ellie me abrazó mientras yo comía de mi plato

—Un hombre muy guapo y que sabe como hacerme feliz — puse cara triste.

—Pero hay más hombres, ¿que te impide dejar de pensar en Tony? Ya van casi dos meses y tú estás así desde que lo dejaste.— acarició mi cabello —¿te lo hacía bien?

—¡Ellie! — exclamé

—Ay ______, seamos sinceras, nadie le llora tanto a un hombre al menos que te lo haga muy bien.

—No, Ellie. No entiendes que yo lo amo.

—Bueno, pero no puedes amarlo, su esposa tiene casi tres meses de embarazo.

—Si pero es difícil verlo todos los días y que no esté conmigo.

Ambas comimos en silencio. Había salido de trabajar y no teníamos mucho que hacer más que jugar dominó y tomar refresco mientras esperábamos a que Liam durmiera.

—Aún no te he dicho, conseguí trabajo — sonrió

—Eso está muy bien ¿Dónde lo conseguiste? — hablé entusiasmada

—En la cafetería detrás de él edificio de Tony.

—Estaremos más tiempo juntas supongo.

—Bueno, mi turno es en la noche. Tengo que cuidar a Liam.

—Entonces cuando tu te vayas yo iré entrando

—Algo así, pero no te preocupes, te pagaré para que lo cuides.

—No es necesario, lo cuidaré por ti.

Ella me miró con una sonrisa en su rostro.

El timbre de mi casa sonó y me levanté a abrir

—¿Ondreaz?

—______, Te necesito — entró desesperado a casa.

—¿Que pasa? — preguntó Ellie

—Tony está mal, lo deje en un bar cerca de Hollywood y...

—Ya entendí, pero no puedo ir.— me crucé de brazos

—Pero no deja de mencionarte

—Ay, vamos otra vez a lo mismo — Ellie rodó los ojos

—Por favor, es mi hermano.

Después de pensarlo un poco tal vez diría que si, bueno, lo hago por Ondreaz y no por Tony

—Acabas de arruinar nuestra noche de dominó — le reclamó Ellie

—Lo siento, es MI hermano— entonó su frase

—Bien, iré solo para que dejen de discutir de esto. Que quede claro que lo hago por ti. — lo empujé a la salida.

Él solo dijo un "gracias" y Bajamos hasta que llegamos a su auto.

Condujo por la ciudad hasta llegar a el bar donde se supone que se encontraba. Yo no encajaba ahí, tenía un pants y un sweater ligero.
Los demás chicos vestían elegantes, tenían dinero, se veía a kilómetros de distancia.

Ondreaz le hizo una seña al chico que cuidaba quien pasara y me tomó de la mano. Entré junto a él.

Tony estaba en una esquina de él lugar tomando una botella completa de whisky.

Ondre lo levantó pero este caía.

—Hey— dio unas palmaditas pero ni con eso reaccionaba.