Nunca fuiste alguien que llamase la atención de los demás.
Muy pocos son los que se acercan a ti.
Pero has tenido la suerte, o desgracia, de atrapar la mirada de un muchacho de tu escuela.
Sus ojos solo se posaban en ti.
Los tuyos deberían hacer lo...
Te encontrabas de nuevo sola en sótano, mirabas de nuevo el reloj.
Son las 2 am... Mamá debería ir a casa alrededor de las 4 o 5, cuando sale con sus amigas siempre llega a esas horas... Seguramente se pondrá muy nerviosa cuando se entere de que no estoy en casa...
Te levantaste y te dispusiste a investigar de nuevo las cajas, para ver qué más había en ellas. Separaste por un lado las que tenían ropa, eran un total de 2 cajas de esas. Había otras 2 con juguetes de niño, la caja de juegos de mesa, una llena de los álbumes. Todavía habían 3 cajas las cuales no sabías su contenido, ya que se encontraban abajo de las demás.
Abriste la primera caja, había varias prendas junto con algunos muñecos de lana hechos a mano, a esa caja la colocaste junto con las que tenían ropas.
Fuiste por la segunda, había un conjunto de vajilla de cerámica muy bonito, era un set completo, tomaste la caja con cuidado y lo dejaste apartado de las demás y donde no pudiese rompiese.
Finalmente abriste la tercera y última, estaba llena de cuadernos, hojas sueltas escritas y lapiceras, lápices y plumas.
Tomaste algunos cuadernos y les diste una mirada rápida a la mayoría, estaban todos escritos, la escritura a veces era delicada, otras brusca, en otros cuadernos solo había dibujos simplemente aterradores.
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Encontraste un cuaderno el cual no estaba usado, decidiste quedartelo, tomaste uno de los lápices que había allí, el que en mejores condiciones estaba, y también quisiste tomar una de las plumas, la mayoría estaba completamente vacía, pero encontraste 2 las cuales funcionaban.
Lo demás simplemente lo dejaste tal y como estaba, dejando la caja en una esquina del lugar, te sentaste en el colchón de nuevo y guardaste los objetos debajo de la almohada cuando escuchaste la puerta de arriba abrirse.
1...2...3...4...5... Empezaste a contar los segundos junto al reloj que tenías a tu lado. Y efectivamente, le tomaba 40 segundos en llegar abajo desde que abría la puerta de arriba.
Cuando el abrió la puerta se te quedó mirando al ver que seguías despierta.
-"No puedes dormir?"
-"Algo así..."
El río leve para sentarse a tu lado y abrazarte haciendo que tu rostro se hunda en su pecho, para luego acostarse y dejandote recostada en su pecho.
-"Si quieres puedes dormir así, y si no tienes sueño podemos hablar hasta que te duermas, o podemos quedarnos en silencio y eventualmente dormir también"
Optaste por la última opción, no soltaste palabra alguna, simplemente te quedaste recostada en su pecho, escuchando sus latidos, mientras él acariciaba tu espalda.
Cerraste tus ojos y suspiraste, esperando poder conseguir dormir un poco.
Pero la idea de haber sido secuestrada, estar en un sótano y convivir con alguien que es muy probable que en algún momento explote y haga algo horrible...seguía dando vueltas en tu cabeza y te aterraba.
Lo que está haciendo ahora, dándome palabras dulces y tiernas, abrazándome y mimandome. No es tierno, no es bueno, no en esta situación, esto es enfermo.
Pero debo seguirle el juego si quiero salir de aquí.
