🌸Veinte🌸

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Los pasos resonaban por el pasillo con dureza, el hombre llevaba al niño sujetado de la muñeca con firmeza, sacándole quejidos con cada paso que daban.

—Dije que guardaras silencio, mocoso—Le miró molesto, el chico bajó la cabeza apenado.—Ugh...—Observó el pasillo.—Sabes que—Lo llevó a las sillas de espera y lo hizo sentarse.—Te quedarás aquí hasta que vuelva ¿Entendido?—Asintió. El pelinegro se fue dejando a su hijo allí.

Felix suspiró y movió sus pies para entretenerce un poco, unos tacones resonaron por el pasillo a los segundos, captando la atención del niño, una mujer castaña, delgada y alta, con hermosas facciones llegó a su lado mirando a todos lados en busca de algo o alguien.

—Niño ¿Tu nombre es Felix?—Asintió algo asustado, la mujer suspiró aliviada.—Necesito que vengas conmigo

—No tengo pegmitido movegme hasta que hyung vuelva...—Miró a otro lado.

—Pero tu papi te está esperando—Volteó a ver a la mujer con su rostro iluminado, ella sonrió.—Ven conmigo, está en el auto—Estiró su brazo al menor y este algo inseguro le tomó lla mano y fue bajado de la silla con cuidado.—De acuerdo...—La mayor miró a ambos lados.—Necesito que corras ¿Si?

—¿Po-Pog qué? ¿Papi está biem?—Agrandó sus ojos asustado, ella asintió.

—Solo corre, debemos escapar de ese hombre malo ¿Si?—El pecoso asintió.

Sin más, la mujer se quitó los tacones y los sostuvo con un mano, volvió a ver a atrás y respiró hondo.

—Uno, dos ¡Tres...!—Comenzaron a correr hacía la puerta de salida, el corazón de Felix estaba muy agotado, el sentimiento de adrenalina le recorría cada parte de su cuerpo.

Luego de casi un minuto corriendo, por fin llegaron, la mujer observó que nadie les esté siguiendo y miró al pecoso, este respiraba agitado.

—Vamos al auto...—Le ayudó a bajar las escaleras y lo más rápido que pudo lo llevó a la camioneta, el menor comenzó a dudar.

¿De verdad está su papá ahí?

La castaña abrió la puerta trasera y le indicó que pasara, Felix miró y sus cejas se levantaron al ver a su padre sentado envuelto en mantas, sonrió en grande y sin dudarlo se subió gateando hasta él.

—¡Papi!—Se lanzó sobre el omega sin llegar a pensar que estaría tan débil.

—¡Ngh..!-Cerró sus ojitos un par de segundos y luego sonrió.—Ho-Hola, Lixie—La mujer cerró la puerta con llave y dio la vuelta entrando al auto, comenzando a hablar con un hombre.

—Papi ¿Está biem?—Preguntó el menor preocupado al verlo tan pálido, él asintió mintiéndole.

—Estoy bien, cariño—Abrió las mantas.—Ven aquí—El pecoso sonrió y se puso entre sus piernas dándole la espald, apoyándose con cuidado en su pecho, Jisung sonrió enternecido para luego cubrir a ambos y abrazarle con amor.

La camioneta fue encendida, no duraron más de un par de segundos para comenzar a alejarse del hospital, con cada metro que hacían, Han se sentía más aliviado.

—Papi ¿A dónde iremos?—Preguntó algo adormilado.

—A un lugar seguro, pequeño—Susurró dándole caricias en su cabello, Felix no tardó en quedarse dormido.

Jisung suspiró aliviado, su sueño de escapar junto a su hijo por fin se hacía realidad y esperaba nunca volver a cruzarse a ese hombre de nuevo.

A decir verdad, extrañaría a Minho, le había ayudado, era el único vecino que lo hizo, todos solían ignorar sus pedidos de ayuda y sus suplicas, diciendo que mentía o les daba miedo Dong Sun.

Extrañaría demasiado a ese Alfa, porque nunca más podrá verlo.

Jisung y Felix serán llevados a otra cuidad, mejor dicho, a Daejeon.

Lo mejor y correcto era alejarse de ese alfa hasta que se olvidara hasta de la existencia del chico y su hijo.

Band Aids, plis! 《Minsung》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora