Capítulo 16

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Ya han pasado tres días y, por fin, Kate puede volver a casa acompañada de su hijo. Está en la habitación esperando a Castle, el cual ha ido a mover el coche para acercarlo más a la salida, ya que por recomendación expresa del médico aún no puede hacer esfuerzos. Tiene a Alex junto a ella, en su sillita, durmiendo plácidamente. Le mece mientras le tararea una melodía.

-¿Se puede?- una voz muy familiar la sorprende y hace que se gire hacia la puerta.

-¡Josh!- se levanta para saludarlo.

-Hola Kate.

-¿Qué haces aquí?

-Trabajo aquí, ¿recuerdas?- ambos ríen.

-Quería decir en esta planta.

-Tengo un amigo aquí y me dijo que estabas ingresada.

-Ya…

Se instala un silencio incómodo entre ellos que más tarde es roto por los delicados gemidos de Alex.

-Es tu…-dice finalmente el médico señalando la sillita.

-Si

-¿Castle?- Kate hace un gesto afirmativo. –Siempre supe que sería él. Que si algún día te casabas y tenias hijos sería con él.

-Creo que de alguna manera yo también lo sabía, aunque al principio lo negara.

-¿Cómo se llama?

-Alexander Johann.

-Johann…muy apropiado. Me gusta.

El busca del médico comienza a sonar.

-Lo siento, Kate. Me tengo que ir. Me ha encantado volver a verte y verte tan feliz.

-Lo mismo digo, Josh.

 Tras un rápido abrazo el médico se marcha. Al poco rato Castle vuelve.

 -Kate, ¿está lista?

-Sí, vamos- coge a Alex y le pasa la sillita al escritor, quien también va cargado con la bolsa de ropa de estos últimos días.

Durante todo el viaje, Beckett está girándose hacia atrás en su asiento para comprobar el estado de Alex. Castle también hace lo mismo, pero mirando por el espejo retrovisor interior. El resultado siempre es el mismo: durmiendo, ya que debido a sus pocos días de vida ésta es su principal actividad, ésta y comer.

-Me encanta como le miras- dice Castle.

-¿Cómo le miro?- Beckett se vuelve a girar para mirarle a él.

-Pues con esa mirada única que solo una madre pone cuando mira a su hijo. De amor absoluto, de tener la total certeza de que serias capaz de hacer cualquier cosa por él, incluso arriesgar tu vida.

-La verdad es que sí, preferiría que me pasara a mí algo antes que a él.

Castle la coge de la mano y deja un beso en ella.

Minutos después y tras dejar el coche en el parking del edificio suben al loft. Al abrir, Beckett no esperaba encontrarse a toda su familia y amigos. Su padre, Martha, Alexis, Ryan, Esposito, incluso Lanie, estaban allí. Lleva a Alex en brazos, asique les saluda como puede. En una acción predeterminada, al último en saludar es a su padre.

-Papá- acomodó a Alex en un solo brazo para poder abrazarlo con el otro.

-Katie, cuidado- dijo Jim refiriéndose a su nieto, al que le acariciaba la cabeza por encima del pequeño gorro.

-¿Quieres cogerle?- mira a su padre, el cual se muestra asustado y un poco reticente, pero al final accede.

-Que pequeño es- dice con él en brazos y dejando ver alguna lágrima.

Una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora