Look at me, just at me. KTH+JJK

Profesor Kim.

Porque un porno barato no hace daño a nadie.

Bla.

Kooktae.
Jk 18 años
Th 24 años

Taehyung pasó saliva casi fuertemente, mirando al chico de piel pálida y de cabellos oscuros como la noche.

El mismo que era sumamente joven, demasiado para alguien como él, pero no podía soportarlo, era un simple practicante, futuro profesor, no era como que pudiera liar con aquel estudiante.

Porque aquel a quien conocía como Jeon Jungkook, era un adolescente con las hormonas demasiado alborotadas.

Apretó sus piernas entre sí, recordar los fuertes músculos del menor, el cómo se tensaban con cualquier movimiento que hiciera, las camisas y pantalones que usaba siendo lo suficiente ajustados para ayudar a su mente a crear sucias imágenes.

No lo culpen, el haber pasado la mayor parte de su adolescencia con la cabeza metida en los libros y bibliotecas, a penas había tenido unas experiencias sexuales.

Y no era como que pudiera no caer ante los encantos de aquel estudiante, un coqueto de primera, que desde el primer día que se adentró a aquel salón, los ojos del menor no se habían apartado de su cuerpo de una manera sumamente descarada.

Se ponía nervioso y sentía sus piernas temblar ante esa mirada tan penetrante, le hacía tensarse, distraerse, imaginando lo bien que seguro debe sentirse ser apresado por las fuertes manos de aquel joven.

Seguro sus dedos largos podrían apresiar su cuerpo por sí solos y debajo de su ropa.

Se estremecía cada que imaginaba el roce de las manos de Jungkook pasearse por su espalda baja, paseando las llemas de sus dedos de forma que hiciera énfasis en aquellos lindos hoyuelos en su espalda.

Seguro se sentiría sumamente embriagante el cómo cada uno de sus falanges se paseaban hacia sus muslos pasando sobre sus glúteos. Quizá una pequeña nalgada le sería propinada.

Tal vez en el proceso, pasaría su mirada por las venas que se marcaban de una manera exitante bajo la blanca piel del otro.

Seguro con fuerza, mientras Jungkook le mirara con lujuria, le atraería a su cuerpo, su pelvis chocaría con la propia, creando una fricción deliciosa entre ambos cuerpos.

Podía sentirlo cuando cerraba sus ojos y abría sus piernas sobre su cama, imaginando lo sexy que seguro se vería Jeon Jungkook tomando su cintura, embistiendo en falso mientras vestía algunos de sus conjuntos de pantalones y camisas oscuras favoreciendo sobre su piel.

El roce del cierre del pantalón ajeno lo haría incluso más exitante.

Podía imaginarselo quitando su cinturón poco a poco, torturando con su paciencia, y mofandose de cómo seguro sus piernas tiemblarían.

¿Cómo se sentirían aquellos músculos bajo sus manos? , intentaría desabotonar la camisa de su estudiante, sus manos tiemblarían, y terminaría siendo ayudado por el dueño.

Y por ser tan lujurioso, por dejarse llevar por la exitacion, por ello se odiaba.

Porque había mantenido una conversación con el precioso estudiante que se hospedaba en sus pensamientos durante la mayor parte del día.

Gracias a unos trabajos que debían entregar por correos, había brindado su número de celular al presidente de la clase, con la condición de que lo pasara a los estudiantes que tuvieran alguna dificultad justificable.

Y por alguna razón, había llegado a manos de Jungkook.

Y se había dejado enredar en aquellas sucias y seductoras palabras que el estudiante le regalaba al final de cada clase. O cada que lo encontraba en el camino hacia ek edificio de la misma universidad, ya que ahí mismo dormían los estudiantes y algunos maestros.