•Capítulo dedicado a: gringaloca, ¡gracias bae!❤
-∆Ya han pasado alrededor de tres días y no la he podido ver. No sé ni siquiera cómo esté. El día en el que quería pasar a verla me dijeron que ella había pedido algo así como nada de visitas y aún así intenté entrar varias veces pero no pude, siempre me detenían. Aunque hoy ya no me importa, iré a verla a su casa le guste o no.
*Narra una tercera persona*
Laureen a pesar de todo no estaba tan mal que digamos. Lo que pasa es que su cuerpo es muy fuerte y al momento de no hablar fue como su propio reflejo para que no le entraran más cosas dañinas que pudieran aumentar su ligero tumor de cáncer. Porque es eso apenas, un ligero tumor que sí, va creciendo y se va haciendo cada vez más fuerte, pero hay que recordar que ella es todavía más fuerte.
No toda enfermedad mata. Y hasta puede haber gente que esté muerta en vida y tu no te das cuenta, pero éste no es el caso de ella.
-¡Ay mi niña! Pero que suerte que ya te sacaron de ese horrible hospital. -le dice Nina intentando entrar a su habitación, ya que sabe que ella no quiere nada de visitas.
¡Ah! Y sí, Nina odia los hospitales, nunca le han gustado, digamos que le traen malos recuerdos...
-Nina no empieces, por favor. -dice Laureen tapándose con las cobijas de pies a cabeza.
-¡Nada de eso niña! Ya tienes que levantarte, de seguro en ese terrible lugar ni siquiera te bañaron bien y tienes que tomar un muy buen baño ahora. -le dice Nina de manera autoritaria.
-Ya te he dicho que no es un terrible lugar, ni que hubiera estado en la cárcel, solo es un hospital y ya. -le dice Laureen.
-Créeme que puedes ver peores historias en un hospital que en una cárcel. -dice Nina viendo hacia el vacío, como recordando algo...
-¡Hey! Nina -dice Laureen chasqueándole los dedos para que vuelva. -Te viajaste. -continúa.
-Si, si, si, lo siento... -dice Nina volviendo a la realidad. -Pero, a lo que venía es a que quiero que salgas, que te diviertas, que vuelvas a ser tú. Eres joven y muy linda si me dejas decirlo. -vuelve a hablar Nina y se acerca a ella. -Hoy tienes vida, y mucha. ¡Disfrútala! -le dice y deja una caja junto a ella, después sale de la habitación.
Ahora a Laureen le entra otra duda: ¿qué será eso? Luego recuerda las cajas que le dieron sus amigos y sonríe, aún no ha abierto esos regalos, tal vez después sea el tiempo. Por el momento abre la caja y encuentra un vestido muy hermoso y un outfit también.
Ahora todo vuelve a su mente:
Un día estaba caminando por las calles con Nina, veían ropa y entraban a tiendas. Era como si fueran de compras madre e hija. De repente ella el "outfit perfecto" según ella y Nina solo la ve con felicidad, con esa sonrisa como siempre. Después Nina se demora un poco y mientras ella compra los cafés, cuando vuelve llega con dos bolsas, en una vienen unos zapatos con un vestido bellísimos para Nina y la otra caja no se la muestra... Ahora ya sabe qué era.
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Nuestro Presente (Chris Collins)®
RomanceSegunda parte de: Nuestro Comienzo (Chris Collins)® Novelas originalmente mías. "No intentes copiar ideas que creas magníficas, crea tus magníficas ideas." ¿Cómo es que un regreso puede alterar tanto las cosas? O mejor dicho: mejorarlas.