1000 letras de un corazón roto [Poemas]

La pesadilla

La noche fue fría, descomunalmente insípida, tuve aquella pesadilla de nuevo... Relativamente le resto importancia pero en ésta ocasión fue demasiado sufrida para ello.

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Estaba apunto de desfallecer ahogada, como siempre, mis piernas se cansaban de intentar luchar contra la imponente marea; sin embargo, lo seguía haciendo. De la nada un espectro resonó un golpe estrepitoso contra el agua mientras pequeñas olas se formaban alrededor de la silueta que se volvía cada segundo más nublada e imponente ante mi vista, intenté alejarme desesperadamente a pesar de desconocer realmente lo que (o quien) estaba causando aquel caos, mis extremidades temblaban con cada movimiento y mis pulmones se llevaban de agua y aire.

Un ave enorme, cuyas garras iban pasando sobre el agua era más grande que un caballo, lanzó un chillido aclamando mi atención; con un par de alas negras con bordes dorados sobre mí no pude hacer más que admirar tanta belleza, sus garras con fuerza abrupta me tomaron por los hombros alejándome de aquella marea llena de demonios que aclamaban por mí alma y cuerpo, que ansiaban violar mis sueños de vivir.

El ave me elevó sobre el mar, que a lo lejos parecía teñirse de rojo vino, como si éste se desangrara por mi perdida.

Mi cuerpo continuó inmóvil mientras me elevaban sobre el cielo, el cual ya no era gris ahora se apreciaba un alba infinito que se extendía ante mis ojos, las garras del animal me estrugaron y deje escapar un chillido de dolor, sus enormes alas alteraron una vez más, llevándome a rastras más y más lejos hasta alcanzar aquellos algodones blandos repletos de pureza donde se reflejaba el esplendor del sol en su apogeo.

Sin nada por un segundo; contemplando las nubes a mis pies, me sentí viva pero realmente viva y más fuerte que nunca. Sentía el aire azotando mi rostro, con cada brisa me llenaba de esperanza.

Sin más la enorme ave desprendio sus alas de mi cuerpo, mi corazón se detuvo por un segundo para luego latir desbocado; las lágrimas picaron mis ojos, todo se volvió demasiado nubloso... Mi cuerpo temblaba mientras el suelo se precipitaba contra mí, con la nariz rosando el suelo las lágrimas por fin explotaron en mí, un calor abrazador se fundió en mi cuerpo pero al mismo tiempo me sentía tan helada, un sonido gurútal se hace nudo en mi garganta.

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De golpeé me levantó, estoy sudando y respiro con dificultad, puedo sentir aún las lágrimas en mide mejillas.

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Nota de autora:
Chic@s, ¿les gusta esta pequeña sección de poemas y relatos cortos?
Realmente apreciaría que comentaran o votaran pues pienso eliminarla pero eso depende de ustedes.
Aún así, muchas gracias por leerme, me inspiran a segur.