No esperaba escuchar a alguien toser, aunque a lo lejos, por supuesto, y eso lo sobresaltó un poco. Giró la cabeza, entrecerrando los ojos en la oscuridad hasta que distinguió una figura familiar en la distancia.
Shikamaru, de todas las personas, no...
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No duerme bien estos días. Eso era de esperar dado todo lo que había sucedido y dado el hecho de que había tenido pesadillas desde que tenía siete años. Eso no significaba que le gustaba o que le hacía más fácil dar vueltas y vueltas toda la noche, soñando con sangre y lágrimas en las pocas horas de sueño que lograría conseguir. Incluso ahora, varios años después de que él había regresado a Konoha y la guerra había terminado, las pesadillas no se habían calmado y el sueño no se había vuelto más fácil. Su cama casi se sentía como una prisión, ofreciéndole nada más que aislamiento y el desafortunado recuerdo del trauma y la angustia.
Finalmente tuvo suficiente, saliendo furioso de su apartamento en la oscuridad de la noche. Un paseo ... un paseo sonaba bien. Sonaba tranquilizador . Al menos, esperaba que así fuera. Finalmente habían dejado de seguirlo en "secreto" hace unos meses y por eso estaba agradecido; una caminata nocturna ligera estaba fuera de discusión cuando los ANBU lo estaban mirando. Ahora, sin embargo, era libre de caminar por las calles vacías para tratar de escapar del ruido en su cabeza. Fue agradable por la noche. Más silencioso de lo que le gustaba a la mayoría de la gente, pero agradable. Sin ojos curiosos que miran con cansancio como si fuera a romperlos y matarlos. El solo pensarlo le hizo hacer una mueca y tuvo que sacar esos pensamientos de su cabeza; no le apetecía pensar en esas cosas.
No le sorprendió en absoluto descubrir que sus pies lo habían llevado al cementerio del pueblo. No sería la primera vez que venía aquí en medio de la noche y probablemente no sería la última, lo sabía. Había un cierto tipo de paz que flotaba por el cementerio de Konoha por la noche que no podía encontrar en ningún otro lugar. Sin embargo, supuso que era irónico que encontrara la paz en un lugar asociado con la muerte, un lugar donde la mayoría de la gente venía a llorar y a llorar.
Cuando Kakashi se convirtió en Hokage, hizo un lugar especial en el cementerio para honrar al Clan Uchiha, algo mejor que las filas y filas de lápidas que habían estado allí antes. Allí había un pequeño monumento, uno con el escudo Uchiha y una placa que detallaba la verdad detrás de la masacre de Uchiha. Había sido algo en lo que Kakashi había tenido mucho cuidado, había tenido la ayuda y dirección de Sasuke para hacerlo. Había significado mucho para Sasuke verlo construido, saber que la verdad finalmente estaba ahí para que todos la vieran. Aun así, sin embargo, le dolía un poco mientras se paraba frente al monumento de piedra. Probablemente podría haberse quedado aquí toda la noche, de verdad, mirando el escudo de su familia, pasando la punta de los dedos por la placa. Sin embargo, era una noche cálida y sabía que pronto
No esperaba escuchar a alguien toser, aunque a lo lejos, por supuesto, y eso lo sobresaltó un poco. Giró la cabeza, entrecerrando los ojos en la oscuridad hasta que distinguió una figura familiar en la distancia.
Shikamaru, de todas las personas, no era alguien a quien esperaba ver en medio de la noche. No estaban exactamente ... cerca. Bueno, en realidad Sasuke solo era cercano a Sakura, Naruto, Kakashi y, más recientemente, Sai. Pero sus lazos con los demás habían crecido ... se habían tensado hasta hace poco, y ver a Shikamaru en un lugar que generalmente estaba vacío a esta hora de la noche lo inquietaba.
