Martes por la noche, todo era calma en la casa donde usualmente un regaño con insultos es la mejor forma de terminar el día.
Derek se encontraba en su habitación aclarando sus pensamientos después de una buena ducha con agua caliente y de haber terminado la convenientemente poca tarea de ese día, sin embargo, sus hermanas menores al parecer tenían un examen el día siguiente así que fueron a molestarlo para que les ayudara a estudiar, bueno aunque en realidad eso solo era una forma de decir que irían a arruinar su, entre comillas, tranquila noche todo para obligarlo a que les diera una clase de tutoría mediocre y así poderle dejar la culpa de sus malas notas a su hermano, no obstante, Derek no se encontraba de humor como para que dos diablillas con sed de sufrimiento humano llegaran a revolver aún más sus, ya de por sí, turbios pensamientos, así que sin dudarlo ni un momento y sin pensarlo detenidamente, se levanto de su cama en la que yacía recostado y se dirigió directo al comedor para hablar con la tutora quien a esa hora debería estar haciendo cuentas o navegando por internet viendo cualquier cosa que la entretuviera
—Madre
—Si Derek, ¿Qué pasa? —sin apartar la vista de la computadora y en tono totalmente calmado pero seco
—Se trata de Carolina y Natalia —en el mismo tono seco y calmado en que su madre le había contestado—, quieren que las ayude a hacer algo que es para mañana cuando yo necesito entregar un cuestionario en línea con tiempo limite y es para hoy, además desde hace tiempo me lo pudieron haber pedido, hasta les pregunte el domingo y viernes si necesitaban ayuda y no me respondieron si quiera.
—Y que quieres que haga, diles algo tú, ellas te lo pidieron a ti, no a mí, ¿O qué?, quieres que valla a decirles que te dejen estudiar tranquilo por que el princesito no puede controlar a sus dos hermanas menores —comenzando a aumentar el volumen de manera natural mientras que las palabras eran transformadas de palabras indiferentes y serias a palabras pesadas y con aires de irritación en cuanto salían de la boca de la madre— ¿Qué acaso si ellas te dicen que les hagas su tarea les vas a hacer caso?, ¿No te puedes dar a respetar ni siquiera con tu propia familia, ni aunque sean menores que tú?, me das vergüenza... ¡¿Qué acaso vas a dejar que todo el mundo te utilice como se le dé la gana por que no tienes conciencia propia y necesitas que alguien más te diga que hacer o que no hacer?!... ¡¿Eh?!
—Solo te estaba avisando para que no me regañes cuando ellas vengan a quejarse de que no puedo ayudarlas —más bien estaba a adelantando el regaño, se dijo a sí mismo en su mente
—¿Eso es todo? —esta vez sin el tono amenazante que su última pregunta había adquirido y un poco más relajada
—Si, es todo —completamente calmado, como si algo más lo tuviera preocupado
—Muy bien, entonces vete, y no me quites más el tiempo, mejor ve a hacer tu cuestionario ese, no quiero que resulte que por venir conmigo se te pasó el tiempo límite y ya no lo pudiste contestar y ya lo reprobaste, por que así como eres de holgazán y distraído seguro también lo dejaste al último, ¿No?... A demás no quiero tener otro hijo inútil que repruebe un año de escuela...
Por unos segundo ambos se quedaron callados, luego Derek procedió a retirarse en silencio mientras que su madre no hizo más que volver la vista a la pantalla de la computadora y seguir deslizando el mouse.
Ya en su habitción Derek se topo con ambas niñas casi de frente, cosa que le sorprendió un poco pues al tratarse de ellas lo usual hubiera sido encontrarlas recostadas en su cama o saltando en ella, o mínimo esculcando entre sus cosas personales, algo que muy seguramente si debieron estar haciendo pero se detuvieron al escuchar a este acercarse a la habitación, cosa que era lo más obvio ya que la cama del chico staba toda revuelta, más que de costumbre, sin embargo todas sus demás pertenencias parecían estar en orden cosa que alivió un poco al chico pues almenos no corría con el riesgo de perder alguna cosa suya a mano de aquellas dos inquietas niñas.
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HERMANA ¡TU ERES MI PROPÓSITO! (EN PAUSA POR CORRECCIONES)
Novela JuvenilDerek, 18 años, un chico normal que no tiene un propósito en esta vida. Daniela, 20 años, una chica normal que no es el propósito de nadie en esta vida. Tres hermanos, uno mayor y dos menores mas dos padre que no saben si quiera controlarse a ellos...