Me mantengo quieto en mi lugar sin saber qué hacer, mi jefe me mira y puedo ver un pequeño rastro de nerviosismo en sus ojos. Sabe que me hado cuenta.
Se aclara la garganta antes de hablarme nuevamente.
-Como te venía diciendo Joel, no tienes que irte- opta por evadir la situación -estás tan cerca de llegar a ser como yo, ¿no te ves dentro de unos años al frente de esta empresa?, es decir, cuando ya tenga el dinero suficiente para hacerme a un lado y vivir bien con Erick tú estarás a cargo.
-¿No tiene Zabdiel más mérito que yo para eso?.
-Zabdiel es un imbécil que nunca va a igualarse a ti. No tiene lo necesario para esto, en cambio, tus habilidades son realmente impresionantes, este cargo está hecho solo para hombres como tú y como yo.
Quería manipularme. El muy desgraciado estaba intentando manipularme.
Estaba empezando a enojarme, porque me di cuenta que en realidad siempre lo había hecho. La razón por la que supuestamente pensaba en mí antes que en los demás era porque jamás me negaba a lo que pidiera, me halagaba para convencerme de hacer lo que quería, resaltaba mi responsabilidad y puntualidad además de otras cualidades para exigirme cosas que nadie más hacía.
Tan tramposo.
Me causa curiosidad que fueron justamente sus jugadas sucias las que me llevaron a Erick, todavía recuerdo las palabras tan bien escogidas que usó para convencerme de cuidarlo. Sin pensarlo fue víctima de su propia trampa.
Siento como si recién estuviera quitándome una venda de los ojos, ahora veo con claridad que siempre me ha manipulado, y seguramente hizo lo mismo con Erick y su familia para casarse con él.
-Lo que pasa es que...yo no quiero ser como usted.
No puedo creer que lo haya dicho, él me mira sorprendido de mis palabras también y rodea su escritorio para acercarse a mí.
-¿Qué dices?- pregunta retándome.
-No me gusta la persona que usted es- las palabras siguen saliendo mi boca y la verdad es que no me siento tan nervioso ahora.
-A ver, y ¿como por qué dices eso?- dice mientras se cruza de brazos.
-Es egoísta, insensible, autoritario, controlador y sobre todo muy injusto. No puedo estar de acuerdo con lo que hace.
-¿Estás diciendo eso por el mensaje que lograste ver? ¿Se trata de Erick, no es así?.
-Lo digo por lo que he vivido yo mismo y por lo que he visto en esta empresa, pero sí, lo digo principalmente por Erick.
-¡Él me hizo lo mismo a mí! ¿Por qué estás de su lado?
-No sé por qué se me ocurre que usted lo engaña incluso desde antes de casarse.
Sus ojos se abren con asombro, pero en cuestión de segundos su entrecejo se frunce y ahora puedo ver ira en su mirada.
-¡Cállate!- dice tomándome de la camisa -¡cállate Joel!.
Eso me basta, me lo ha confirmado, y ahora estoy furioso yo también porque nunca respetó a Erick.
-Yo creí que usted era más inteligente, ¿cómo es que no ve lo valioso que es el hombre que tiene a su lado?, cualquiera daría lo que fuera por tenerlo, pero usted solo lo maltrata.
Me empuja haciéndome retroceder hasta que siento mi espalda chocar con la pared.
-¡Tu trabajo con Erick consiste únicamente en vigilarlo cuando yo te lo ordene, no te permito este tipo de comentarios!, o qué, ¿acaso has estado mirando a mi esposo de la forma en que no deberías?.
-Solo un ciego no lo vería- respondo respirando con dificultad porque ya sabía lo que se me venía encima, aún así lo dije libremente, porque decidí dejar de ser el estúpido cobarde que he sido toda mi vida.
Me suelta y da dos pasos hacia atrás mirándome fijamente.
-Te voy a preguntar esto una sola vez Joel, y más te vale que pienses bien tu respuesta- su mirada va al suelo antes de posarse en mí nuevamente -¿eres el amante de Erick?.
Mi corazón late más rápido de lo normal, pero no es miedo, es la adrenalina circulando por todo mi sistema, la misma que me hace responder a su pregunta sin titubear.
-Sí.
El golpe en mi cara llega más rápido de lo esperado, no vine preparado para esto, yo solo quería entregar una carta de renuncia, pero él está lanzando golpes hacia mí y mi puño no demora en estrellarse contra su nariz. Lo veo limpiarse la sangre y me imagino cuántas veces tuvo que hacerlo Erick también, me hierve la sangre por eso, así que descargo toda mi furia cuando se lanza sobre mí.
Probablemente ha roto mi labio porque puedo sentir el sabor metálico de la sangre en mi boca, pero no me importa, porque mi mano está apretada fuertemente alrededor de su cuello. Su rostro está totalmente rojo y la vena de su frente palpita, está luchando por respirar, así que decido soltarlo.
Apenas se levanta corre hacia su escritorio y revisa su maletín con desespero. No entiendo lo que hace pero sus manos tiemblan mientras busca por todas partes.
Un grito frustrado sale de su boca cuando no encuentra lo que estaba buscando.
-¡Maldito! ¡Es mejor que te largues ahora mismo Joel Pimentel, pero juro que voy a encontrarte no importa a donde vayas!.
El portalapices vuela en dirección a mí, y agacho mi cabeza para esquivarlo. Salgo rápidamente de ahí para buscar mis cosas e irme cuanto antes.
Cuando llego a mi oficina Richard está ahí, tal vez buscándome.
-Oye Joel ¿dónde est...?- apenas me ve se calla y corre hacia mí -¿qué pasó?.
Tal vez luzco realmente mal porque veo preocupación tanto en su mirada como en su voz. Quizá el labio roto, mi cabello desaliñado y mi camisa toda desencajada no ayuden mucho.
-Me voy Rich- digo tomando las cajas en mis manos -me voy de aquí.
-¿Qué? ¿Por qué?.
-La historia corta es que le dije al viejo Vera que salí con Erick, la historia larga te la contaré en otro momento.
Sé que le ha caído todo como un baldado de agua fría porque no se lo esperaba, nadie lo esperaba en realidad.
-Necesiyo un favor tuyo- me mira asintiendo totalmente anonadado aún -asegúrate de que nada malo le pase a Erick, sácalo de su casa si es necesario, y dile que solo basta una llamada o un mensaje suyo para venir a buscarlo, por favor dale mi razón en cuanto puedas.
Y sin más, salgo de ese lugar rumbo a casa.
-----------------------------------------------------------------------------------
Les quiere:
Lía. ❤️
ESTÁS LEYENDO
¿Cuál Es Nuestro Título? |Joerick|
ФанфикPonle el título tú, porque yo no sé qué somos.