¿ℙ𝕖𝕣𝕕𝕠𝕟𝕒𝕣𝕚́𝕒𝕤 𝕒 𝕖𝕤𝕥𝕖 𝕘𝕒𝕥𝕠? [ One-Shot ]

Capítulo único

Adrien se había sentido demasiado mal cuando regreso de ese viaje de New York, las cosas no habían salido como el esperaba, aunque compartio momentos increíbles con sus compañeros, en especial con su amiga Marinette, sentía que le faltaba algo.

Todo se había vuelto patas para arriba esos días en que estuvo fuera de su ciudad, ya que Ladybug le había pedido que cuidara de París mientras ella se iba, pero sin embargo él fue a ese viaje tan deseado, aún con las precauciones que hizo para cuando se presentará un akuma en la ciudad, no había salido nada bien después de eso.

Un sentimounstro había aparecido en París y se causaron grandes problemas, mientras en New York  quedó todo reparado con ayuda del amuleto encantado de Ladybug, no todo fue gloria para su ciudad, al haber hecho ese descuido todos los civiles tuvieron que apoyar en la restauración de la ciudad y aún le quedaba algo por reparar.

—Vamos Adrien, animate—Plagg revoloteaba al rededor de su cabeza para que le prestara atención—El problema entre Ladybug y tú ya quedo resuelto, lo que pasa en New York, se queda en New York.

Esa pequeña frase casi le sacaba una pequeña e insignificante sonrisa al rubio, más sin embargo no paso.

—No puedo hacerlo Plagg—Retiro su vista de la computadora, donde aún veía varias de las imágenes de lo que sucedió en su ausencia—Desobedeci a Ladybug, ella me había dado esa responsabilidad y yo no fui lo que ella quería que fuera.

Sabía que ese tema se quedó terminado entre él y Ladybug, pero aún sentía que debía aclararle las cosas, ya que ella misma le había dicho que había perdido su confianza en él y eso era lo que más le dolía.

Esas palabras hirieron internamente al kwami, ya que él había insentibado aquel deseo que tuvo Adrien para poder irse en ese viaje. Aun asi no lo quería reconocer, por él también salvaron New York, aunque eso solo aparecía en la mente de ese gato.

—Creo que lo mejor que puedo hacer es disculparme con ella.

Adrien trato de pensar positivo, eso era lo mejor, tanto para Ladybug como para él, hablar con ella el problema, pero sobre todo recuperar la confianza de la chica.

—Si, tengo que disculparme, eso es lo que debo hacer—Se levanto decidido de su lugar y camino por toda su habitación tratando de pensar en como planearlo.

Los ojos verdes de Plagg iban y venían y lo único que pudo hacer, fue a tomar un camembert del cajón de su portador, no tenía tiempo para las ideas revueltas de él.

—¡Tengo una idea!— Fue lo unico que se escucho en la habitación, para que después el saliera corriendo hacia las escaleras que tenia en su habitación.

Debía encontrar algo que lo ayudara a comunicarse con ella.

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Marinette se encontraba concentrada en aquel hermoso vestido que tenía planeado ya desde hace una temporada, era el único tiempo donde podía cocer con tranquilidad puesto que eran las únicas horas donde su inspiración salía a flote.

Sobretodo con estar encargada de los akumas que iban apareciendo en su vida para proteger de París.

Pero algo hizo que se detuviera de lo que hacía, levantó su mirada a una repisa que estába encima de suyo, ahí se encontraba un pequeño gatito, el cual no había usado ya desde que se había ido a New York. Este sonaba con su característico maullido y sabía perfectamente lo que sucedía.

—¿Chat Noir te necesita?—Tikki aparecio igual de confundida que su portadora.

Marinette se levantó de su asiento y fue directo a su computador, donde busco alguna noticia sobre algun Akuma o Amok que hubiese aparecido de la nada, pero no encontró lo que ella imaginaba estaba pasando en esos momentos.