Me llevé las manos a la cara pensando que tal vez aquello no era real. Que estaba dormida teniendo una pesadilla, o que tal vez era una broma de Bradd.
Pero sí que era real. Bradd se había puesto malo y me había dejado tirada. No podía dejar de hacer un mundo de aquello.
Después de haberme gastado casi 40 dólares en el maquillaje decidí ir al baile, aunque fuera sola.
Nada más entrar vi una cara conocida y me animé a saludar:
-Stephan, -le saludé amablemente -¿no tienes pareja de baile?
-No ha podido venir. -Me dijo serio.
-Ya veo.
-Bueno, de hecho, no ha querido. No quiere volver a cruzarse contigo.
-Claro. Ni yo a ella. Así mejor entonces. Además este baile es para alumnos, no para ex-alumnos.
-¿Entonces Bradd qué hace que no está aquí? ¿se ha quedado sin laca? -Dijo igualando mi tono sarcástico y desafiante.
Suspiré. -Está enfermo.-
Stephan se empezó a reír.
-¿Qué pasa? -Puse cara de incredulidad.
-¿En serio te vas a creer la típica farsa de que el día de baile no puede venir porque está malo? Venga ya, madura. Te ha dejado tirada.-
Me quedé mirándole mientras seguía riéndose de mí intentando bajarme aún más la autoestima.
-Está con otra seguro. Probablemente esté en algún otro baile, igual es hasta más mayor que tú.-
Respiré profundo. Intentaba no creerle pero en el fondo yo misma estaba pensando lo mismo antes de que él siquiera abriera la boca.
No quería que él lo notara así que me dirigí a por una bebida sin quiera despedirme, dejándole hablando sólo.Miré la mesita de los refrigerios intentando contener las lágrimas. Si hacía como que estaba pensando qué tomar creía que nadie se daría cuenta de que estaba a punto de llorar. Noté que alguien pasaba justo al lado mío, se me quedaba viéndome mientras cogía ponche y luego se iba.
No supe quién era pero me dio la impresión de que había notado mi situación embarazosa.
Al final sólo cogí un zumo.Ya no tenía amigas así que me sentía como un mono de feria en una esquina, con un zumo de piña escuchando la música que parecía que iba a arrancar el suelo de cuajo de lo alta que estaba.
Esperaba que la noche pasara rápido, que llegaran las 12 del día siguiente y que acabara todo.Canción tras canción me imaginaba cómo hubiera sido escucharla y bailarla con Bradd. Podía vernos con el resto de alumnos en la pista. Según me lo imaginaba me ponía feliz y luego triste.
La duda de si Bradd estaba con otra o no retumbaba cada vez más fuerte junto con el ritmo de la canción que sonaba en el salón de actos.
Saqué el móvil para ver sus historias en las redes. Nada. No había subido una sola cosa.
Me entró un escalofrío. <O se lo está pasando realmente bien o está malo de verdad.>
Decidí mandarle una foto mía. Esperé dos minutos y no hubo respuesta. Tampoco estaba en línea.Cuando llevaba ahí unas dos horas mirando al vacío, sumida en mis pensamientos, pasó algo inesperado que dio un giro a la noche.
-¿Estás sola guapa? -Un chico de unos dos años mayor que yo se puso enfrente de mí, dejándome en un rincón con apenas un pequeño ángulo para salir corriendo.
Le observé sin decir nada. Tenía el pelo rapado y piel morena, ojos grandes y azules y una camiseta de manga corta. Llevaba un vaso de plástico en la mano pero no olía a alcohol.
-No... Es decir, tengo novio. Pero no está aquí ahora.
-¿De verdad? Qué afortunado y qué necio.-
Se me escapó una sonrisa. -Oye, tengo una discoteca en el barrio de al lado, ¿te apetece venir a conocerla?
-¿Es una discoteca con drogas y alcohol? Porque ese rollo no me mola.-
Él rio. -¡Qué va, es una discoteca de zumos de frutas! A veces hasta van menores por allí.
-Estaría bien, supongo. Quizá otro día. -Dije queriendo dar a entender que no me inspiraba mucha confianza aquella situación.
-¡Vamos! Esta fiesta acabará pronto y yo tengo abierta toda la noche.
-¡Ya te he dicho que quizá otro día! -Subí la voz porque la música estaba muy alta. -¡Tengo que ir al baño!-
Él asintió y me dejó espacio para que escapara.
Me encerré en el baño y encendí mi teléfono móvil. Tenía dos mensajes de Bradd:
"Qué wapaaaa :)"
"¿Qué tal lo estás pasando?"
Le contesté: "Bien."
"Oye, hay un chico que no había visto en mi vida y me invita a una discoteca que dice que tiene."
"Dice que pueden entrar menores y que no hay alcohol".
Enseguida me contestó. Esperaba que me dijera algo como "ni se te ocurra" o incluso que le dieran ganas de venir a buscarme por los celos, pero en vez de eso me dijo:
"Suena divertido."
"Pásalo bien."
"A qué hora llegarás a casa?"
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Cuando ves llorar a una vampiresa de ojos negros.
VampireElla es una estudiante normal que se ha mudado a una nueva ciudad, dónde la convivencia con criaturas no-humanas se ha popularizado. Allí conocerá a fantasmas, hombres-lobo...y a una vampiresa de lo más peculiar que la traerá el amor a la mente. ⚠️...