A Tu Lado | h.s

Capítulo 6

—Ese no me gusta, cariño.

—Archie quiere uno rojo, Harry, no uno rosado.

Rodó los ojos mientras soltaba un bufido. Estaba empeñado en comprarle una camioneta rosada, y estaba preciosa, pero yo le compraría su preciado autito rojo. La verdad es que haber venido con Harry había sido una muy buena idea, sino el pobre pequeño iba a llevarse una buena decepción.

—¡Pero es muy bonito!

—Sí, lo es, pero tu sobrino quiere uno rojo.

Dejé de prestarle atención cuando mi teléfono comenzó a sonar. La ultima semana había estado demasiado ocupada con respecto a mi trabajo. Georgi, mi manager, me había conseguido varias entrevistas, sesiones de fotos y también pasarelas. El mes de noviembre lo tenía casi repleto, y con esfuerzo le había pedido que apartara el fin de semana del cumpleaños de Archie.

Harry, por otro lado, había finalizado su tour. Es por eso que se la pasaba haciéndome caras cada vez que tenía que irme temprano y llegaba por la noche. Aún así, sabía que estaba muy feliz porque mi carrera estaba yendo cada vez mas hacia arriba.

—¿Te acuerdas que tienes una mejor amiga?

Sonreí al escucharla. Alessia era una dramática de primera, empezando porque vivía a unos cuantos minutos de mi casa, y también nos habíamos visto hace dos días.

—Bueno, hasta hace dos días salí con ella, así que supongo que sí.

—Sí, tu búrlate, pero cuando me consiga otras amigas no te quejes.

Rodé los ojos, y observé atenta cuando Harry habló con la muchacha que nos estaba atendiendo y señalaba la camioneta rosada.

—Ninguna sera como yo..Harry, cariño, ya te dije que el rojo.

Me puso una mueca antes de rodarme los ojos y darme la espalda. Escuche la risa de Alessia a través del telefono.

—¿Que haces?

—Estoy comprando el autito de Archie con Harry, pero esta empeñado en una camioneta rosada cuando ya Archie me dijo que quería uno rojo.

—Entonces compren los dos — propuso.

La idea quedo flotando en el aire varios segundos mientras lo pensaba. Bueno, eso era mas sencillo. Era por eso que mi mejor amiga siempre estaba presente en cada decisión que tomaba, porque era la mas inteligente, aun con algo tan tonto como eso.

—Harry, ven acá.

Dejo de observar con admiración la camioneta y se acerco con las manos dentro de su pantalón. Le eché otro vistazo mas de pies a cabeza, llegando hasta su sonrisa divertida al finalizar. Ese ego era lo que mas me gustaba y odiaba de él, pero no quería que jamas lo dejara a un lado.

—¿Ves algo que te guste?

Sonreí —La verdad, sí.

—¡Sigo aquí, Gio!

Me reí.

—Vamos a comprar los dos, ¿te parece?

Ladeó la cabeza, acariciando mis brazos de arriba hacia abajo —¿Los dos?

—Sí, así Archie tendrá su auto rojo, y tu..tendrás a Archie con tu camioneta rosada.

Se rió bajito, ocasionando que su aliento chocara con mi rostro. Sonreí ante el olor dulce, y me acerque para darle un beso corto.

—Gracias, Alessia.

No tenía idea de como sabía que estaba hablando con ella, pero tampoco me importo. Asumí que era por suposición, o estaba hablando con Geordi, o con ella, y no es como que mi manager me fuera a ayudar con problemas de estos. Digamos que ella no se involucraba con mi vida intima.

Era extraño. Georgi era una buena persona y excelente manager, pero no eramos tan cercanas. En realidad, ni siquiera Harry se llevaba tan bien con ella, y eso que Harry se llevaba bien con casi todo el mundo.

—De nada. Ahora sí, Giovana, ¿puedes decirme cuando voy a tener a mi mejor amiga un par de horas?

Hice una mueca.

—Lo lamento, Aless, pero he estado demasiado llena ultimamente. La semana que viene voy a tener todos los días ocupados, pero..mañana es domingo, ¿no?

—Que yo sepa, sí, si es que todavía no me he vuelto completamente loca.

—Bien, entonces podemos reunirnos mañana por la tarde y hacer algo con los chicos en la noche.

—Es una idea estupenda.

—Vale, nos vemos, entonces. Voy a sacar a Harry de aquí antes de que termine comprándole a Archie todos los autos de colores diferentes.

—Envíale saludos, los quiero.

Colgué justo en el momento en el que Harry se detenía con la muchacha para mirar una moto amarilla. Negué con la cabeza divertida, imaginandomelo como padre.

Harry sería un papá muy consentidor. Esperaba no tener que luchar tanto en su contra, aunque sabía que sería un caso perdido. Cuando se le metía algo en la cabeza no había nada que lo sacara de esa idea, y mucho menos si se trataba de su propio hijo.

—No vamos a comprar mas nada — avisé, mirando a la rubia que nos observaba divertida.

Ella asintió antes de marcharse a la caja para buscar los dos autos, y Harry se giro para tomar mi cintura y darme un beso corto. Habíamos tenido la suerte de que el lugar estaba vacío cuando entramos, y amablemente Harry le preguntó a la encargada si podía cerrar los minutos que estaríamos dentro.

—Vamos a cenar hoy, ¿quieres?

Asentí. Sus ojos entrecerrados era todavía mas bonitos desde abajo. Pasé mis brazos por su cintura —Mañana veré a Alessia por la tarde, y en la noche nos reuniremos.

—¿Quieres que le diga a los chicos?

—Sí, también a Niall y Lou.

—Señor Styles —llamó la rubia, señalando las dos cajas grandes a su lado — esta listo.

—Bien, tu paga tu camioneta rosa y yo el autito rojo.

A fin de cuentas seria un regalo de ambos, pero habíamos decidido dividir las cuentas de vez en cuando. Harry solía siempre querer pagar todo, pero ya teníamos un hogar que mantener, y lo haríamos ambos.