Capítulo 7: estaremos bien.

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El lugar se llenó de misterio y tensión

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El lugar se llenó de misterio y tensión. Sin tener en cuenta la música, el resto de la casa era un silencio tétrico y el tener el cadáver de Frankie a metros de distancia, no lo hacía más acogedor. Los chicos comenzaron a mirar a su alrededor. Todo estaba sumido en total tranquilidad, salvo el exterior, donde todavía continuaba lloviendo.

Volvió a manifestarse un trueno.

-¿Dónde se ha metido Duncan? -preguntó Marion, asustada, quien no perdió ni un segundo para tomar a Theo de un brazo con ambas manos.

-Ahora más que nunca debemos permanecer unidos -agregó Erin, la cual, no dejaba de mirar a sus amigos.

Un sonido de pasos acercándose se hicieron presentes y Duncan abrió la puerta de la casa, apareciendo ante sus amigos empapado de pies a cabeza.

-¿Me extrañaron? -preguntó con una sonrisa.

-¡Termina con este juego de una vez por todas! -gritó Theo, quien se puso frente a sus amigas, en una acción valerosa por protegerlas.

-¿Por qué lo haces? -cuestionó Erin, con un tono de voz chillón.

-Pregúntale a Brittany -respondió Duncan, y dio un par de pasos al frente. Sacó un cuchillo de su bolsillo y sonrió nuevamente-. ¡Oh, esperen, está muerta! Y... -Tocó su barbilla-. No me detendré. Pondré fin a esto de una vez por todas, no importa dónde se escondan, no importa cuánto corran, atraparé a cada uno de ustedes y me vengaré por lo que ella me hizo.

-¿Qué te hizo? -preguntó Marion.

-Jugó conmigo... con mi dignidad, no se imaginan... -Duncan dibujo en su rostro una sonrisa ladeada-. Ella merecía morir. Es una niña caprichosa, quiere hacer lo que quiere y cuando quiere. Alguien debía detenerla.

Ninguno de ellos respondió a ello. Señal de que Duncan aún no había reparado en la desaparición del cuerpo de Brittany. Tampoco mencionaron sus sospechas de que Brittany de alguna forma seguía viva y se había escondido, ya sea por cuenta propia, o porque alguien la había ayudado.

Frente a la casa, una luz cegadora apareció inundando el lugar.

-¿Qué demonios es eso? -cuestionó Duncan, mientras se cubría el rostro con una mano de aquella luz. Se encontraba bajo el umbral de la puerta.

-¡Suelte el arma y ponga las manos arriba! -pronunció una voz masculina.

La luz se apagó y se pudo vislumbrar dos vehículos de la policía y una ambulancia. Un hombre robusto empuñaba una pistola y apuntó a Duncan mientras se acercaba.

-¡Oh por Dios! -exclamó Erin.

-No intente nada estúpido, ponga el arma en el suelo y mantenga las manos en alto, dónde podamos verlas -repitió el policía.

Duncan dejó caer el cuchillo, haciendo que emitiera un ruido seco al tocar el suelo y continuó con la orden, levantando las manos. Marion, se mantuvo aferrada a los brazos de Theo. Todo parecía un sueño, pero era tan real que costaba creerlo.

Despiadada Venganza © [disponible en físico] ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora