Un 18 de diciembre de 2011, su hermana hacía su fiesta de 15.
El día, como todo día de fiesta era un quilombo, por fin llegó el momento. La fiesta pasaba, entre familiares, amigos de su hermana, amigos en común y demás. No sabe bien en qué momento ni como ni por qué, pero de un momento a otro estaba bailando con un amigo de su hermana. Esa noche no le dio mucha bola, la historia no empezaba ahí. Un 24 de diciembre, ella estaba en la red social Facebook, le llega una notificación, un pibe la había agregado. Lo acepta por amigos en común. Empezan a hablar.
Era el amigo de su hermana con el que había bailado la noche de su 15. Empezaron a hablar y así hablaron y hablaron durante días, meses, años. Ya en las primeras conversaciones, la piba descubrió un par de "demonios" del pibe. Ella era una nena, una nena de 13 años que vivía prácticamente en un taper. En cuanto al pibe, ay, el pibe. Este chico se drogaba, fumaba, tomaba. Desde que se enteró la piba quiso ayudarlo como pudo, le pidió por favor que deje esos vicios. No sabia nada de vicios, nos sabía nada. Al pasar el tiempo se fue enganchando, "se fueron enganchando". No se veían nunca, la familia de la piba odiaba al pibe. El loco estaba con cuanta mina se le cruzaba pero siempre volvía a la piba. Él la dejaba, a ella se me caía el mundo abajo, él volvía, ella sonreía y todo estaba bien de nuevo. Así unas cuantas veces, hasta que un día, después de 2 años así, ella digo BASTA!. Se pelearon, se soltaron, a él casi no le importó.
Se puso de novio el pibe, desde ese mismo día hasta el día de hoy. Estuvieron 1 año sin hablarse, sin saber nada uno del otro. La piba el 18 de diciembre se quebró y le habló, ya se cumplían 3 años. Hablaron, ella le pidió perdón por la mala forma en la que le había dicho las cosas, pero no las retiró; Hablaron unas veces hasta que el pibe dejó de contestar, la piba se alejó. Luego de como 6, 7 meses le habla el pibe. Resulta que había dejado a la minita y como dijo, "le soltó la correa". Ella sabía que era por la piba, sabía que el pibe no era así, no podía ser así con ella. Ese mismo día se vieron, se volvieron a ver después de 3 años. La piba no supo explicar ese momento, pero lo único que sabía es que lo quería, lo quería igual que hace 3 años. Fueron al río (siempre quisieron ir al río juntos). Hablaron bastante, la piba se disculpó por ser tan boluda cuando era chica, ya había dejado de ser una nena, había salido del tapper y después de ver a esa nena que le tenía miedo al alcohol, a la marihuana, a las drogas, si la viesen ahora casi no la reconocerian. Tenia la misma sonrisa, los mismos ojos, la misma timidez en un primer momento, y por sobre todo, seguía siendo igual de sobre protectora con el pibe. En un momento, (momento que quedó grabado en la mente y alma de la piba), fue cuando el pibe le dice, así, muy de la nada, "Podrán pasar mil pensonas, pero yo hay cosas que no me puedo olvidar, no me puedo olvidar de tus ojos". Ella se quedó helada sin saber qué responder. Sólo le salió una sonrisita boluda pero bastó para que entienda que ella sentía lo mismo. Llegó la hora de despedirse, cruzaron de vereda y eaperaron el bondi de la piba. Llegó el bondi ; el abrazo! El abrazo que se dieron fue el abrazo más protector, más lindo y cálido que nunca nadie le había dado a la piba. Todavía lo siente. Después de ese día, si mal no recuerdo, al otro dia o el siguiente el pibe vuelve con su minita. A la piba se le cae el mundo abajo, de nuevo. Y una zarta de boludeces y histeriqueos que no vienen al caso contar. Como era de esperarse, se volvieron a alejar. Ya se cumplieron 4 años, y están separados. Ella no lo olvida, no lo deja de querer, pero lo suelta. Lo ve tan feliz, tan bien con la minita que entiende que ella ya no tiene nada que hacer ahí, no podía aportar nada, solo problemas. Es el día de hoy que espera, la piba espera que él vuelva. Espera un "perdoname" un "te quiero".
Nada más.