7. Solos. Parte 2.

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Estaban sólo en esto, no había nadie a quien poder decirles el grave problema que enfrentaban. Nadie les creería.
Después de comprobarlo bien nadie tenía idea siquiera que la magia existía. Se tenían como familia pero los ciudadanos de Storybrooke no sabían absolutamente nada sobre magia y nadie la poseía.

- Es lógico - dijo Peter - mi padre no quería que nadie más tuviera contacto con la magia para el tener el control completo -

Emily llevó a Peter al pequeño hotel de La Abuelita.

- Dos habitaciones por favor - pidió la chica una vez frente a la anciana.

Peter la miro incrédulo.

- ¿Que? ¿Esperabas que iba a compartir habitación contigo después de lo que me hiciste? Ni lo sueñes - explicó ella. La Abuelita los miró confundidos.

La mujer le extendió una llave a la chica y ella se fue. Luego a Peter.

- ¿Novia difícil? - le preguntó Granny.

- Algo así - Peter aceptó la llave y se fue a su habitación.

Pensaba en su padre. En como debería haber sido cauteloso al respecto. Todo era su culpa, la magia de Emily, su muerte y que el pueblo quedará a merced de un hombre poderoso y diabólico.

Una mañana Pan tocó la puerta de Emily pero ella no contestó.

Debe de estar tomando una ducha pensó al recordar que Emily solía tomar duchas en la mañana. Al cabo de veinte minutos Pan volvió a la habitación de la chica. Pero ella aún seguía sin responder.

- Ella se fue querido - aviso la anciana subiendo las escaleras.

Antes de preguntar dónde se encontraba, La Abuelita le dijo:

- Parecía apurada, dijo que iba a ver al alcalde -

¿¡Que!? La van a matar, otra vez Peter salió disparado hacia la alcaldía, encontrándola en la puerta de Arthur.

- ¿Que rayos haces aquí? - le preguntó acercandose a Emily.

- ¡Voy a matar a tu padre! -

Emily entro a la oficina y para su suerte Arthur no estaba.

Emily empezó a urtar en los muebles y cajones, abriendolos y revisando las cosas en su interior.

- ¿Que estas buscando? - le preguntó Peter mirando como Emily revisaba las cosas.

- No lo se aún - respondió.

Peter estaba por responder cuando en unos de los cajones del escritorio del alcalde encontró una nota. Estaba dentro de un cuaderno bien escondido.

- Mira esto - le dijo revisando la carta. En la parte frontal decía: Peter Pan - Es para ti - se la entregó y Peter quedó impresionado.

Peter la abrió y la leyó en voz alta.
Mi más querido Peter, esta carta jamás te llegará ya que desconozco tú paradero. Pero quise escribirla para no olvidarte.
Espero que estés en un lugar donde puedas vivir tu vida. Lamentamos haberte abandonado cuando eras niño, me metía en problemas con unos hombres y les debía dinero. Mucho dinero, sabíamos que te matarían a ti para vengarse de mi. Así que tu madre y yo no tuvimos otra opción que abandonarte esa tarde.

Debo contarte algo, algo que me ah perseguido por años.
Cuando tu madre murió, intente seguir con mi vida y superar su pérdida, y así lo hice. Me enamoré de una hermosa mujer, luego de unos meses tuvimos un hijo: Félix.

Se detuvo un momento ¿Félix? ¿Entonces Felix era su medio hermano? Emily también parecía muy sorprendida. Jamas lo habría imaginado.
Siguió leyendo.

Niña Perdida.  PARTE 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora