•Preguntas sin respuestas•
—¡¿Que mierda haces aquí?! —Solté severa, el pelirrojo idiota se encontraba de pie frente a mí. Inmediatamente me sumergí con el agua hasta el cuello cubriendo con mis manos mis pechos, era obvio que se podía ver cada centímetro de mi cuerpo, el agua era muy clara y el sol estaba en todo su esplendor.
—Wow wow, tranquila preciosa —Elevó sus manos a la altura de su pecho —solo venía de paso.
—Y supongo que quieres que te crea —Vociferé hilarante.
Soltó una risilla por lo bajo —Tienes razón, dejemos las mentiras para después… Te seguí.
—¿Así tipo acosador o algo por el estilo? —Lo miré con extrañes —porque si ese es tu plan déjame decirte que me importa un rábano estar tan expuesta, te patearé las bolas de igual manera.
—Que agresiva —soltó hilarante —pero la verdad, simplemente me dio curiosidad saber a dónde ibas.
—Y ya lo sabes así que largo.
Se cruzó de brazos y comenzó a caminar por las orillas del estanque —¿Sabes? Ya que estoy aquí… ¿Qué te parece si te molesto un poco? —este me observó divertido —O mejor aún, hagamos un juego —se agachó y recogió mi ropa que se hallaba tirada en el suelo.
—¡Ey! ¿Qué haces? Eso es mío.
—Si la quieres ven por ella, y no te preocupes tengo todo el día —Sus ojos se posaron en mí, esa mirada verdosa que tanto llamaba mi atención no se despegaba de mi mirada. Pude confirmar que lo que vi aquella noche en sus ojos no fue mentira o alguna alucinación por la falta de sueño, verdaderamente sus ojos eran de dos tonalidades distintas, no era algo que se pudiera notar a primera vista, pero si observas sería y detenidamente ahí estaba, esa pequeña pero peculiar diferencia. El ojiverde soltó una risilla:
—¿Tanto te gusto mi querida Tyler, como para quedarte tan embelesada mirándome? —una media sonrisa torcida se formó en sus labios —que honor.
—Ya quisieras —gire mis ojos hacia un lado restándole importancia a lo que dijo —pero ya déjate de payasadas, devuélveme mi ropa y olvidemos que todo esto paso… por cierto, ¿Cómo te llamas?
—Hasta que por fin te dignas a preguntar por mí nombre, me llamo Reinth, pero para ti preciosa soy Rey.
—Perfecto, te llamaré Acoso Men.
—¿Qué…?
—Si ya sabes, por que eres un acosador que me siguió por el bosque —Solo para molestarlo y mostrarme inocente deje a la vista una pequeña sonrisa de boca cerrada.
—Esa es la cosa más estúpida que he oído, sabes perfectamente que las cosas no son así realmente —Hundió el entrecejo como si de verdad le hubiera molestado lo que dije.
—Bueno si quieres te puedo llamar como quieras, solo tienes que regresarme mi ropa.
Este me observó por unos segundos —Buen intento Tyler, pero recuerda lo que te dije —Extendió su mano derecha dejando a la vista mi ropa, una mirada pícara se fue formando en su rostro —si la quieres ven por ella.
Mierda. No quería salir así, y no porque me diera vergüenza que viera mi cuerpo casi desnudo, me vale madres que lo vea, a fin de cuentas llegamos al mundo desnudos. Lo que de verdad me irritaba era saber que el muy idiota estaba obteniendo lo que quería. Pero de verdad ya me estaba irritando estar aquí, la razón principal por la que me quedé fue por lo tranquilo que se hallaba en ambiente, pero tuvo que llegar él para arruinarlo todo.
Ya no me importaba si se salía con la suya o no, ya no me quedaría por más tiempo allí.
Con mi mano derecha tome mis pechos tratando de que no se viera nada fuera de lugar y mi mano izquierda hecha puño. Cuando llegue a la orilla y comencé a salir del agua con lo primero que me encontré fue con la tentadora mirada de Reinth, sus ojos no paraba de vagar por mi cuerpo y al parecer le gustó lo que vio, porque no se molestó en esconder esa pícara y despreciable sonrisa. Caminé hasta quedar en frente de él, cara a cara.
—Valla, por lo visto la sirenita decidió salir del agua —Soltó juguetón, sus ojos viajaron a mis pechos oprimidos por mi brazo —y no está nada mal.
—Mi ropa. —mi semblante se mantuvo serio en todo momento.
El idiota de Reinth pareció dudar en sí dármela o no, una guerra de miradas se formó entre nosotros, su mirada verdosa destilando intensidad, deseo, fuerza, pero después de unos cuantos segundos extendió su mano entregándome las prendas.
Lo miré unos cuantos segundos más con las prendas en mis manos para después alejarme unos cuantos pasos de el dándole la espalda. Me alegraba que todo haya digo fácil y sin inconvenientes, y que al estúpido no se le haya ocurrido crearse alguna idea extraña o algo por el estilo.
Deje caer mi ropa sobre la grama, a excepción de mi short aún habían algunas gotas de agua que recorrían mis brazos y mis piernas, pero después cuando llegara al hotel me cambiaría. Estaba a punto de abrochar mi short cuando sentí unas manos tomar suavemente mis caderas y mi cintura, inmediatamente volví a tapar mis pechos con mis manos, un escalofrío me recorrió cuando sentí como Reinth me apego a su cuerpo. Los bellos de mi nuca se erizaron al sentir la cálida respiración del pelirrojo tan cerca de mi cuello. Me tense en mi lugar sin saber que hacer.
«Yo solo are mi breve aparición y te diré (se aclara la garganta) ¡CORRE PERRA! ¡CORREEEE!»
Me mantuve estática pensando en mi próximo movimiento, sin embargo sentí como la mano del peli fuego comenzó a subir lentamente dejando un suave camino de caricias desde mi cadera, hasta la parte superior de mi abdomen.
Trate de alejarme pero una de sus manos aún me sujetaba por la cadera impidiéndome escapar. ¿Qué mierda pasaba conmigo? ¿Por qué simplemente no lo golpeaba y ya? Pero la pregunta que más me tenía aturdida era ¿Por qué se sentía tan bien que me tocara?. Mi respiración se entrecorto cuando sentí como hundió su rostro levemente entre mi cuello y mi hombro.
—Te pongo nerviosa ¿No es así? —Dijo con su voz ronca cerca de mi oreja, podía sentir una pequeña sonrisa de su parte aunque no lo viera —Tú exquisito cuerpo me lo dice todo.
No respondí, aún trataba de averiguar qué era lo que pasaba conmigo ¿Por qué no me alejaba? No era la primera ves que me encontraba con un chico casi desnuda, era algo normal, pero simplemente no podía alejarme. Solté un pequeño quejido cuando lamió de manera juguetona mi oreja, me tomo por sorpresa.
—Solo admítelo, te has hecho la dura desde el principio —Comenzó a bajar la mano que tenía en mi cadera apretando mi muslo cerca de mi entrepierna.
Ok ya es suficiente.
Basta de comportarme como estúpida.
Use mi fuerza y me logré separar de él. Me giré quedando frente a él cara a cara, su expresión de confusión me hizo sentir bien, pero no tanto como su rostro de dolor después de prestarle la entrepierna.
Éste callo de rodillas al suelo con sus manos sobre ese punto tan sencible tratando de calmar su dolor.
—¡Maldición! —Se quejó —¡¿Maldita sea porque hiciste eso?!
—Por idiota —Solté sin importancia mientras abotonaba mi short dándole la espalda —además me gusta hacer eso.
—¿Patear huevos? —Dijo entre quejidos aún con expresión de dolor. —estas loca.
—Fingir vulnerabilidad hacia los hombres —corregí abrochando mi sujetador —se cuanto les excita saber que tienen a una mujer a su merced, en la palma de su mano —vocifere ya con mi camiseta y mis zapatillas puestas —pero sí —hice una breve pausa acercándome a él —también disfruto patear huevos, después de todo te lo había dicho desde el principio —me incliné quedando de cuclillas frente a él, la expresión de dolor y confusión que traía en su rostro valía oro —me importa un carajo estar casi desnuda, te patearé las bolas de igual forma.
Me levanté y comencé a caminar hacia el bosque.
—Eres una puta loca ¿Lo sabías? —lo oí gritar entre quejidos mientras me alejaba.
—No estoy loca fueguito, pero si ese es el caso prefiero estar loca a tener que ser otro ser común e insignificante en este miserable mundo —Confesé elevando la vos para que me escuchara. —así que ya sabes, no intentes jugar conmigo porque terminarás perdiendo. —Y eso fue lo último que dije antes de perderme entre el espeso bosque.
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Hotel Dark Glow
Mystery / ThrillerDesde la primera vez que puse un pie dentro de ese Hotel tuve un mal presentimiento, algo no era... ¿Normal? Nunca surco por mi cabeza la idea de descubrir un secreto tan grande como el de aquella noche. Un secreto que lo cambiaría todo. En pocas pa...