El bosque era iluminado por la luz del sol, la vegetación se mostraba en perfectas condiciones, siendo verde y saludable.
Altos arboles estaban presentes, sin embargo algo era fuera de lo común en el ambiente silvestre.
Un niño estaba agachado detrás de unos arbustos, el joven teniendo una leve mueca mientras que elevaba suave y lentamente la cabeza, asomando sus ojos por sobre su escondite, solo para bajar y clavar su pecho a tierra al ver una niña caminando en las cercanías.
El niño permaneció en silencio varios segundos, empezando a arrastrarse por el suelo con lentitud, colocándose detrás de un gran árbol, utilizándolo como escondite para ponerse de pie y volver a mover su cabeza para mirar a la niña que lo buscaba.
Era una pequeña niña con cabello rubio dorado atado en dos colas gemelas por dos ligas negras, ambas colas llegándole hasta los hombros, grandes ojos azules y brillantes con una piel de bronceado natural, pero lo curioso eran unas marcas en sus mejillas, siendo como dos bigotes en cada mejilla. Su ropa consistía en una camiseta verde bajo un chaleco naranja, teniendo pantalones camuflados y botas marrones.
("Astrid, esta no es la ropa que lleva ahora. La llevara después")
Parecía que la pequeña estaba atenta y concentrada, sus ojos serios mirando a su alrededor con extrema calma, dando leves pasos y agachándose al ver el suelo, un ceño fruncido en su rostro por no encontrar nada.
Una gran sonrisa se formó en el rostro del niño al ver como la pequeña no lograba encontrar señales de su paradero, sabiendo que estaba mejorando al ocultar sus huellas, sin embargo el joven volvió a esconderse detrás del árbol al escuchar unos arbustos moviéndose.
Al mirar hacia delante, el niño vio como un zorro de pelaje marrón algo anaranjado se acercaba, sin embargo el animal lo miro levemente, cosa que hizo que el pequeño llevara su dedo índice hacia su boca en señal de que no hablara, haciendo que el animal comenzara a caminar pasando a su lado y dirigiéndose hacia la niña rubia.
El niño asintió con la cabeza ante eso, agachándose lentamente mientras que pegaba su pecho a tierra, empezando a arrastrarse para alejarse del árbol y meterse entre los arbustos, quedándose totalmente quieto y aguantando la respiración.
Sin embargo todo acabo cuando luego de unos segundos las plantas fueron retiradas y la luz del sol ilumino los ojos del niño.
Te encontré, Orión.— una sonrisa algo arrogante se hallaba en el rostro de la niña, está viendo como el joven se levantaba rápidamente y enfocaba sus ojos en el animal, solo para gritar indignado por ver como el zorro estaba masticando algo con calma en sus ojos.
¡Me vendiste, Judas!— Orión llevaba un rostro que expresaba el dolor de la traición del zorrito, algo que el animal ignoro totalmente, aumentando la angustia del niño— ¡Pensé que éramos amigos!
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El Sol y la Luna
FanfictionEncontrado por accidente, concebido por un amor prohibido, cuidado por obligación. Esas cosas formaron su pasado, lo convirtieron en lo que era hoy. Puede que fuera feliz con todo lo que formo, puede que tuviera en su vida dos tesoros inigualables q...