Capítulo 10

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Maratón 3/3

El rostro sorprendido de Archie al ver los dos carritos fue mas que épico. Amy le había lanzado una mirada divertida a Harry cuando vio el rosado, conociendo muy bien a su hermanastro. De hecho, todos supieron bien que había sido obra de él, sin embargo, a Archie le habían gustado mucho ambos.

Me gusta mas el tuyo, pero no se lo digas al tío Harry me susurro en el oído cuando me arrodille para que me abrazara, y yo me carcajee.

Sera nuestro secreto.

Después corrió a abrazar a Harry, y se fue bajo la atención de todos de vuelta a sus nuevos coches. Usó primero el rojo con ayuda del ojiverde.

El cinturón, Archie.

Harry paso la cinta por su pecho y la abrochó, indicándole que debía ir despacio. El pequeño solamente lo observo atento, escuchando claramente las instrucciones que le estaba dando su tío. Harry movió el volante de lado a lado, diciéndole que debía girar con suavidad, y señalo también el pequeño pedal dentro del auto.

Lo observé con una sonrisa mientras me mordía la uña del dedo gordo, deleitada por la vista. Estaba absorta mirando como su mandíbula se notaba tanto debajo de la luz del día y se movía cada vez que hablaba. Su nariz puntiaguda, su perfil, las mangas de su camisa en sus antebrazos y los tatuajes que dejaba ver.

Era muy guapo.

Tienes baba en la barbilla, Gio.

Me reí, sonrojandome, y mire a Gemma ¿Se nota mucho?

Levantó un hombro, observando a Archie manejar de poco a poco Supongo que sí, pero es lindo. He escuchado a prácticamente toda la familia decir lo preciosos que se ven los dos, y si vuelvo a escuchar un halago más voy a vomitar.

Estas exagerando Rodé los ojos.

Ya quisiera.

¿Crees que estuvo bien regalarselos? Harry se acervo a mí con los ojos puestos sobre Archie, parecía algo preocupado.

¿Estas pensando en esas tantas cosas que haces sin pensar y que después te arrepientes? se burló Gemma.

Harry la miro mal, y revolvió su cabello con malicia. Gemma se quejo, golpeando su mano, antes de alejarse maldiciendolo por lo bajo.

Aproveche para abrazarlo de la cintura y apoyarme sobre su hombro.

Fue una buena idea, amor.

Sentí que besó mi cabeza ¿Tuviste problemas en el avión?

No, pero tuve problemas con Geordi.

Eso llamó su atención. Se separo un poco de mí para observarme desde su altura con el ceño fruncido.

¿Por qué?

Quería que tuviera una entrevista hoy con Ellen.

Te he dicho ya que a Georgi le importa una mierda tu..

Ya lo sé, Harry, pero ese es su trabajo.

Agotarte física y mentalmente no es su trabajo, Giovana, su trabajo es buscarte buenas oportunidades.

Eso hace.

No, busca oportunidades para ella, porque no le importa hacer lo que sea solo para generar ingresos, y debido a eso pasa por alto que tienes una vida lejos de las cámaras.

Harry es lo que ella es, he trabajado de esa manera durante casi tres años.

Pero ya no tienes la misma vida de antes.

¡Puedo tener ambas! exclamé bajo, su rostro se endureció y desvió la mirada hasta Archie nuevamente. Note lo tensa que estaba su mandíbula, y como su agarre sobre mis hombros se había soltado un poco.

No dijo nada, pero yo esperaba que lo hiciera.

Harry..

No soy nadie para decirte que debes, o no, hacer..

Eres mi novio lo interrumpí. Pero claro que era alguien vivimos juntos, creo que estas muy capacitado para decirme que piensas, Harry, que te gusta y que no.

..pero no me gusta tener que pedir una cita para poder salir con mi novia cuando ambos vivimos juntos terminó de decir.

Me quede en silencio esta vez. Sabía que él tenía razón, pero no podía simplemente dejar a Geordi y conseguir a alguien mas, principalmente porque no podría hacer su trabajo sola, y porque..bueno, Geordi ya tenia mucho tiempo conmigo. Nos conocíamos bien, y a pesar de las discusiones nos llevábamos de maravilla.

No puedo dejar mi trabajo a un lado, Harry.

Asintió, volviéndo a poner los ojos sobre Archie. Me solto, y metió sus manos dentro de sus bolsillos.

Harry.. bufé.

Voy con Archie.

Lo observé alejarse a paso lento, y maldije a Geordi de muchas formas posibles, a pesar de que sabía que la responsabilidad caía sobre mí por permitirlo. Él tenía todo el derecho de molestarse, pero debía entenderme también.

Mi carrera había sido parte de mi lucha contra todo mi pasado. Las ganas de salir adelante para poder triunfar y tener el éxito que estaba consiguiendo siempre fueron un buen motor, y no quería dejarlo de lado tan drásticamente. Me costaba, y aunque sabía bien que nada de lo que había dicho él era una mentira, quería que comprendiera que apartarme un poco no era algo tan sencillo.

A Tu Lado | h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora