Capítulo 62

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- ¡Reborn! – La visita había sido menos fructífera de lo que hubiera querido. - ¡Prometiste que me sacarías de aquí! – Lloriqueo su tonto estudiante.

 - Dino. – Por dentro el mejor asesino del mundo repetía: “no lo mates”. – Solo es un nudo simple, puedes salir tu solito. – Si necesitaba ayuda con algo tan básico… oh, espera. – Llamare a Romario para que te venga a buscar.

- ¡Gracias Reborn! – Opps. Pequeños detalles. 

- Tanto que amenazo y los ato así… - Bianchi le soltó tan pronto estaban fuera del rango de audición de las pobres almas en pena de hace un momento. 

- Teatro. – Reborn se encogió de hombros. – No quería que Dino revelara mucho. – Peor aún: - Además, ¿vas a decirme que no es divertido?, solo tu hermano está más que feliz viendo todas esas películas. – Libre de irse en cualquier momento. Era una maldad, en su opinión. Lo aprobaba. 

- Supongo que es de esperarse, yo también me molestaría si viene alguien y habla más de lo que debe que ni siquiera le concierne… - Eso era una forma de decirlo. Todas las risas se acabaron y la diversión se terminó por: - Reborn, ¿ese no es Emma? 

Si, era Emma. Emma hablando seriamente con Irie y Byakuran de todas las personas. Los tres tenían caras serias y ceños fruncidos. ¿Qué rayos hacia Emma aquí?, ¿no estaba con Tsuna?

- ¿Y Tsuna? – Mas le valía tener una buena respuesta del porque no estaba con su estudiante ahora. Era de noche, y no es que se preocupara mucho por la seguridad de Tsuna, ya estaba muy grandecito como para cuidarse solo, pero temía que hiciera alguna tontería. – Pensé que estabas con él. – Soltó como quien no quiere la cosa.

Reborn esperaba que Tsuna tuviera la buena cabeza de estar en casa. No quería ninguna tontería justo ahora-

- Lo deje con Hibari. - ¿Que? – Debería de estar en casa o en camino. – Si estaba con Hibari, olvídalo. Tsuna iba a llegar tarde.

- ¿No deberías estar con ellos? – Bianchi no estaba muy feliz con la noticia. 

El chico no le respondió, y por la cara frustrada Reborn tenía una buena idea de lo que pasaba aquí. Las caras esperanzadas de los otros dos no hacían más que confirmárselo. Así debió de haber molestado Tsuna a su mejor amigo que dicho amigo quería tomar… medidas drásticas… 

- Vámonos Bianchi. – No le pasaría nada muy serio. También sería otra fuente de información. – Romario debe de estar cansado de esperar. – Sin querer más interrupciones: - Te esperamos en casa lo más pronto posible. – Con eso debía de darse a entender. Si no siempre podía usar la vieja confiable: caerles a palos a todos por toda esta ridiculez.

El mensaje llego alto y claro, afortunadamente para ellos. Lástima, necesitaba enseñarle una lección a alguien. Los árboles se estaban acabando. Tendría que pasar a otra cosa…

- ¿No deberías de detenerlo cariño? – Allí estaba el dilema.

- No podemos. – Lo decía en plural porque ni siquiera Tsuna podría detenerlo ahora. – Si lo intentas lo harás peor. De esta forma al menos estará bajo supervisión y no caerá tan de sorpresa. – Debían de tener algo que no fuera la bazuca. Se supone que debía de estar arreglada para mañana. Quizás ya estuviera lista y solo querían darle una revisión. Quién sabe. – Además, debería de ayudarnos más que Dino. – O quizás no, si lo que Dino decía era cierto entonces casi nadie podría darles mucha información sobre esos tres años… 

Emma podría darles más que Dino, al menos antes de esos tres horribles años. Quizás el único que pudiera decirle sobre esos años con certeza era el propio Tsuna. Ya vería como se los sacaba, tenía que haber una forma de hacerlo sin llegar a pleito. ¿Qué hacia Hibari buscando a Tsuna de todas formas?, no creía en coincidencias…

Family of the PastDonde viven las historias. Descúbrelo ahora