✨💛🧡✨Toc, toc...
Unos golpes en la puerta nos hizo detenernos, Pavel se movió y yo contuve un grito.Esto no es bueno.
— ¡No te muevas idiota! - él muy desgraciado hizo caso omiso a mi petición. Termine manchando las sábana, tuve que ahogar mi climax dañando mi labio para no producir ningún sonido.
Cinco minutos después la puerta seguía cerrada, al parecer desistieron de entrar. Yo quería matar a Pavel, pero, ¿con qué base? literalmente brinqué sobre él.
Culparlo iba a resultar contraproducente.
— No debimos hacerlo aquí... - “hasta ahora lo dice” — Es mejor en mi oficina - ¡Yo lo mato!
— Esto no va volver a repetirse - dije decidido.
— Claro que va a repetirse y no seré yo quién te busqué...
— ¿Crees que estoy tan desesperado? - hablaba con tanta seguridad que enerva — No eres el único hombre que puede darme sexo, no te emociones por un simple acostón - dió un gran suspiro como si no supiera lo que decía.
— Tienes razón. Cualquiera puede darte sexo, la diferencia es qué ninguno te hara sentir que ardes, mi tacto te quema la piel y enciende tu deseo.
— ¿Quién te piensas? Un maldito macho alfa - me arrepentí de preguntar en cuanto ví su semblante.
— Soy el primero que te posee y el último que lo hará... - me asusto cuando llegó a mi y sostuvo mi barbilla — ¿Creés que no me dí cuenta? - el miedo actúa de extrañas maneras, en mi caso hace que ría desquiciado — Te permito reír para tener el placer de reír al último - solto mi mejilla dando unos pasos lejos de mi. Quería golpearlo de alguna forma, aventé una almohada y no trato de esquivarla, la atrapó en el aire llevándola contra su pecho — Debiste morder esto, y no tu labio - dió un paso de regreso.
— ¡No te acerques!- (grité)
— Deja de comportarte como si te hubiera hecho daño, lo quisiste tanto como yo, levántate de ahí. Obedece - ¡Que piense lo que quiera! Me metí dentro de la litera, era más seguro.
Agitó su cabeza agachándose para jalar mi mano.
— ¿Qué quieres?
— No te resistas y cierra los ojos - lo miré escéptico. Me llevo hasta la mesa del escritorio, mi pecho seguía desnudo y mis pantalones entre abierto, no digan que no piensan mal con esas referencias “No quiero ser el único mal pensado” Me resistí rotundamente. — Obedece o abriré esa puerta e iré directo con la jefa de enfermeras y le diré que estamos saliendo.
— ¡Es mentira! (Chillé)
— Es tu palabra contra la mía - el tenía el poder en sus palabras y mi cuerpo en sus manos.
— Pavel, por favor...
— O - be - de - ce - no tuve más remedio, cerré los ojos y esperé, no dejaba de pensar que era un error.
— No voy a besarte si es lo que estás pensando. - abrí los ojos. Ver su estúpida cara sonriente no es nada grato para mi ego. Volví a cerrar los ojos con fuerza — Abre tus labios Zairus - mis labios temblaron al sentir sus dedos sobre ellos — No debes frotarlos por un tiempo o hasta que seque la crema por completo - quise tocar mis labios, pero sus manos lo detuvieron, intente hablar y tampoco me dejo —Tienes prohibido hablar.
— Pe...
— Guarda silencio o te besaré hasta que esa crema haga efecto con mis labios sobre los tuyos - mordí mi labio al imaginarlo — ¡Eres un bobo! - sonrió. Puso sus manos a cada lado del escritorio, su distancia a la mía era peligrosamente corta — Ponte algo de ropa antes de que salga, no quiero que nadie vea tu piel - acercó sus labios a mi oreja — Ese privilegio es sólo mío desde hoy - se rió sobre mi oído.
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Mi Querido Satanás
Romance¿Qué pasa cuando la percepción falla y el amor interviene? Un joven doctor tendrá que decidir entre rendirse o salir huyendo sinó quiere ser consumido por las llamas del deseo y la pasión. Azairus O'Connor o como lo llaman todos, Zairus. Esta arrep...