Una nueva especie ha surgido luego de que el roce de una estrella que atravesó todas las constelaciones zodiacales extinguiera a los humanos... Sin embargo, no todos se extinguieron, los más fuertes siguieron habitando la tierra, considerándose una...
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Solo hay caos, las cosas no suceden como lo pensé, creí que lograríamos escapar de la plantación, y ahora... Nuevamente estamos siendo capturados.
Richard fue el primero, seguramente Adam también, he dejado a Nancy atrás luchando con un guardia y ahora debo buscar a mi hermana, que por favor espero no haya sido capturada.
Por otro lado, el idiota de Alex se salió con la suya. Logró escapar permitiendo que nosotros seamos capturados nuevamente. Juro que si lo encuentro lo golpearé sin piedad.
Corrí en medio del bosque, no sé en que dirección corro y tampoco sé donde está mi hermana, no hay ni un solo rastro de aquella niña traviesa que amo con todo mi corazón, y que no obstante es lo único que me queda ahora.
—¡Anelly! —llamé a su nombre, tengo miedo de ser escuchada pero no hay otra opción.
Las ramas de los árboles se mueven gracias a una ráfaga de viento, la noche fría y oscura me hizo estremecer de inmediato. No solo tengo frio, también estoy asustada y hambrienta, las frutas que nos dio Richard no fueron suficientes, el sonido de los grillos me atemorizan... Estoy sola en medio del bosque.
Empecé a entrar en pánico, las lágrimas comienzan a avecinarse, trato de contenerlas pero fue imposible. Me tiré al suelo y comencé a llorar silenciosamente.
No conozco este lugar, no tengo ni la más mínima idea de qué hacer. Tal vez mi hermana ya fue capturada, y si es así no podría seguir buscándola. Tal vez, podría escapar de este maldito bosque y buscar ayuda para rescatarlos, pero quien sabe, seguramente será muy tarde, los guardias posiblemente los maten. Solo hay dos opciones, escapar y buscar ayuda, o entregarme y recibir el castigo junto con ellos arriesgándome a morir... Pero al menos moriría con ellos.
Tragué saliva y me levanté del suelo, mis piernas tiemblan, mismas que ya no soportan mi peso, sin embargo luché por mantenerme de pie.
Al instante, escuché el crujir de una rama, aquel sonido provino de muy cerca.
—Mierda... ¿Y ahora qué hago?
Miro a mi alrededor inútilmente tratando de buscar un escondite, pero todo está oscuro y los árboles no son tan gruesos como para esconder todo mi cuerpo.
Los arbustos que están frente a mí comenzaron a moverse, tal vez sea un animal... ¿Y si es peligroso?
Retrocedí varios pasos atrás, comenzaba a entrar en pánico y de repente una figura humana salió detrás de aquellos pequeños arbustos congelando por completo todos mis sentidos, debería correr, sin embargo no lo hice al ver que la silueta es pequeña e inofensiva. Es una niña y está llorando.
—Oye... Pequeña traviesa —sonreí.
Ella se percata de mi presencia, no logró reconocerme en plena oscuridad y comenzó a gritar.
—¡Déjame en paz! —siguió gritando, mi corazón se aceleró, corrí hacia ella lo más rápido que pude y cuando estuve lo suficientemente cerca cubrí su boca con la palma de mi mano.
