"LLEVA A TUS HIJOS AL TRABAJO"

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MACKENZIE

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MACKENZIE

Había pasado una semana desde mi episodio y en toda esa semana no había vuelto a ver a Darragh ni a Noah. De seguro ahora me creían una loca y Darragh no dejaría a su hermanito estar cerca de mí.

Los Campbell actuaban como si nada hubiera pasado lo que agradecía enormemente porque sería muy incómodo estar en una casa donde todos te tratarán como si te faltarán varios tornillos.

En los días que he pasado en está casa Caleb se había convertido en mi mejor amigo, todas las noches sin falta hacíamos un maratón de películas. Ahora era toda una miedosa por ver películas de terror, el género elegido cada noche por Caleb. Hasta ahora ya habíamos visto 3 películas de Chucky, el conjuro, el exorcista, 3 películas de la noche del demonio, la niña del aro, el títere, el rito y la de siniestro.
Caleb se burlaba de mí porque desde la primera noche de nuestro maratón le pedí que se quedará a dormir en mi habitación porque me daba miedo que Chucky apareciera mientras dormía y me matará o que saliera una bruja antigua que quisiera poseerme porque habíamos tomado sus tierras sin saberlo, patético lo sé pero era la primera vez que veía películas de terror y enserio me había asustado, además de que Caleb se había hecho muy buen amigo del suelo ya que ahí era donde dormía. Aún no tenía el valor de decirle que durmiera a mi lado en la cama, tenía pánico de que si lo invitaba perdiera el control de nuevo y se alejará de mí por miedo a contagiarse de mi desequilibrada mente aunque eso no es algo que se pudiera contagiar.

Hoy es día de "lleva a tus hijos al trabajo", jamás había escuchado de algo así pero Johan comentó que era una tradición de los Campbell para que sus hijos conocieran más las empresas que algún día heredarían y extrañamente yo estaba invitada a dicha tradición aunque no entendía por qué ya que yo no era una Campbell pero no le negaría una invitación al hombre que puso un techo sobre mi cabeza y comida en mi plato.

Alisé de nuevo la falda negra de tubo que llevaba y peiné con los dedos mi cabello suelto, me asegure y que mi sujetador no se notará en mi blusa blanca y me pinté los labios de un tono suave, para terminar busqué un par de los tacones que Melanie me había comprado y como sabía que aún no podía caminar con esas cosas sin partirme el cuello en el proceso tomé unos bajo de plataforma color negro, había comprobado que los de plataforma eran más sencillos de usar. Estaba lista, parecía una chica elegante que estaba por ir al trabajo.

—¿Estás lista pitufina?

Me sobresalté cuando escuché la voz de Caleb quien se encontraba recargado en el marco de la puerta, había olvidado que deje la puerta abierta porque me cambié en el baño.

—Ya te dije que no me llames pitufina—dije con cansancio.

Ese chico se había empeñado en inventarme un apodo, ya me había llamado winnie pooh porque comer miel, gatita porque una vez sin querer lo rasguñé y desde ayer estaba con pitufina por ser más baja que él.

CENIZAS (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora