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Empezamos esta linda historia con un Kirishima desesperado, rogándole a su buen amigo Bakugou.
- Broo ¡por favor! - decía el pelirrojo, yendo detrás del explosivo.
- Ya te dije que te calles, pelos de escoba.- volvía a hablar el cenizo, ya harto y considerando el volarle la cara a aquel chico de dientes puntiagudos.
- Esto es muy importante para mi, Bakugou ¡Por favor!-
- Tsk... Deja de joder.- gruñó.
- Pues ya que tú no me quieres ayudar, le... ¡le diré a Todoroki! Se... seguramente él sí me ayudará.- exclamó Kirishima, su voz había flaqueado debido al temor de cómo reaccionaría el cenizo. Y sip, justamente reaccionó como lo había imaginado: el chico explosivo dejó de avanzar y volteó a ver a su amigo pelirrojo con una mirada amenazadora.
El miedo se apoderó de Eijiro. El chico no lo pensó dos veces y salió corriendo, tal vez no había sido la mejor idea amenazar al ojirubí con su novio bicolor. Pero realmente quería que la pareja le hiciera ese favor, y haría lo que fuera por hacer realidad su sueño... incluso si eso significaba sentir la furia de su mejor amigo.
Bueno, primero tendría que atraparlo...
- ¡Todoroki! ¡Todoroki! ¡Todoroki!- gritaba Kirishima mientras corría a toda velocidad, esperando no ser atrapado por el rubio cenizo.- ¡Ayudaaaaaa! ¡Todoroki!- el pobre Eijiro sentía que la misma muerte lo estaba persiguiendo. Pero para su suerte, un ángel de ojos heterocromáticos se apiadó de él, apareciendo en su camino. - ¡Todoroki! ¡Por favor! ¡Ayuda! - exclamaba el pelirrojo para después pasar al lado del medio albino y ponerse detrás de él, utilizándolo como protección contra el ojirubí.
- ¿Qué pasa Kirishima?- decía tranquilamente Todoroki.
- ¡Por favor! ¡Detén a Bakugou o me matará! -
El mencionado se estaba acercando, listo para hacer callar a Kirishima. Pero fue sujetado por el bicolor, quien lo tomó de la cintura.
- ¿Qué pasa, amor?- dijo Todoroki, confundido por la situación en la que estaba.
- ¡No me llames así, bastardo! ¡Suéltame! ¡Voy a matar a ese otro bastardo pelos de mierda!- gritaba Katsuki, tratando de zafarse del firme agarre de su novio con una mano mientras que con la otra intentaba alcanzar a Kirishima.
- ¿Por qué Kats está así?- le preguntó Shoto al asustado pelirrojo. Su novio luchaba para quitar aquellas manos de su cintura, pero el inocente Todoroki no le gustaba ver así de alterado a su uke, así que paso a pegarlo a su cuerpo con fuerza, esperando que así se tranquilizara.
- ¡Es que Bakugou no me quiere ayudar! ¡Necesito su ayuda, Todoroki! ¡Por favor!- exclamaba Eijiro.
- Esta bien, Kirishima. Te ayudaremos.- dijo Shoto.
