Capítulo 14

1K 68 49
                                    

Maratón 4/?

¿Han sentido alguna vez tanto miedo de perder algo que no pueden ni siquiera respirar bien?

Así exactamente estaba sintiéndome en ese instante mientras esperaba que Harry terminara su ensayo. Alessia me había dejado en el estudio y se había ido a su casa, haciéndome prometer que le avisaría tan pronto hablara con él. Ni siquiera pude saludar a Jeff y a los chicos bien porque todo mi cuerpo se encontraba temblando.

Positivo, las jodidas pruebas habían dado positivo.

Estaba embarazada.

Joder, ni siquiera podía asimilarlo del todo. Iba a ser mamá. Había estado los últimos cinco años pensando en este dia y estaba malditamente pasando, pero no estaba del todo feliz. No podía. No me sentía bien sabiéndo que esto no era lo que el padre de mi hijo quería.

El padre de mi hijo.

Maldita sea, Harry iba a ser papá.

Y yo mamá.

No podía dejar de imaginarme a un pequeño niño jugando fútbol con él y los chicos, o a una niña yendo de compras conmigo, Alessia, Anne, Gemma y Sarah. La imagen parecía preciosa hasta que volvía a recordar a Harry mencionando que no quería hijos en este momento.

Tenía miedo, pero no podía no decirselo. No podía desaparecer sin darle una explicación y esconderle a su propio hijo, y tampoco iba a abortarlo. Quería tenerlo e iba a hacerlo, y yo sabía que Harry también querría estar presente en su vida. Era un amor, un ser humano precioso que también tenía ese sueño, solo que no ahora.

Y si, tal vez estaba sonando demasiado dramática, pero en mi situación era bastante complicado no estar tan aterrada.

Ey, no sabía que venías.

La voz ronca de Harry me hizo levantar la cabeza. Sus brazos se estiraron hacia mí y los enrollo a través de mi cintura. Su olor tan familiar me hizo apretar los labios para no ponerme a llorar ahí mismo y lo apreté con fuerza contra mí.

¿Por qué no me avisaste?

Intentó alejarse, pero nuevamente lo apreté, evitandoselo.

¿Que pasa, nena?, ¿estás bien?

Me quedé en silencio.

Pude escuchar a los chicos salir del lugar, y cuando levante un poco la cabeza me di cuenta que estábamos solos. Jamas los había querido tanto como en ese preciso instante.

Finalmente deje que Harry me apartara un poco, y mis ojos se llenaron de lagrimas cuando beso mi frente y después mis labios. Era tan tierno, y yo tan idiota.

¡Pero no era mi culpa!

Quiero decir, yo no me había dejado de tomar las pastillas, de eso estaba completamente segura, así que no tenía una maldita idea de como es que había quedado jodidamente embarazada.

A Tu Lado | h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora