XIII

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Tomé el libro entre mis manos, pero antes de poder abrirlo, el timbre de la casa sonó.

Segundos después escuché algunos gritos de emoción que venían desde la planta baja, Alex y yo fruncimos el ceño y decidimos ir abajo.

Al bajar las escaleras y ver hacia la puerta, mi cuerpo se llenó de escalofríos y sentí como el nudo que se me había formado en la garganta se había vuelto más grande, mis ojos se comenzaron a cristalizar al verla, abrazando a mamá y a papá, Carla había regresado después de tanto tiempo.

Corrí hacia ella justo cuando dejó de abrazarlos y ahora era yo quien la abrazaba con fuerza, llorando de felicidad.

- ¡Tori estás enorme! -sentí que su abrazo tomó más fuerza-. ¡Te extrañé muchísimo hermanita!

- ¡Y yo te extrañé a ti mucho más! -exclamé entre lágrimas y nos separamos mientras yo intentaba limpiar y calmar mis lágrimas.

Alex se acercó a Carla y la saludó igualmente felíz después de no verla en tanto tiempo.

Mi hermana vive en otro país, de vez en cuando venía de visita pero ésta vez se había tomado su tiempo. Vino cuando mis papás le hicieron saber que me mordió un tiburón hace cuatro años y se fue cuando ya me encontraba mejor, esa era la última vez que la había visto.

- ¿Cómo estuvo el vuelo? -inquirió mi mamá.

- ¡Dios! ¡Hoy fue un día de locos! -rió Carla-. Me tocó sentarme junto a una señora que durante todo el vuelo estuvo viendo telenovelas turcas y no me dejó dormir -contó-. Luego cuando bajé del avión me di cuenta que había olvidado empacar el cargador de mi celular -suspiró y luego me miró-. Oh, y cuando estaba buscando una tienda de electrónicos en el aeropuerto, a que no adivinas a quien me encontré, Tori.

- Ni idea, ¿a quien? -fruncí el ceño expectante.

- ¡A Let! -exclamó e hizo que me confundiera aún más con ese sobrenombre dejándome sin palabras-. ¿Tu ex novia? -inquirió con obviedad al ver mi nula respuesta.

¿Let? ¿Mi ex novia?

Miré a Alex con el ceño fruncido, que parecía tan confundido como yo.

- ¡Dios mío, Tori! Incluso dijo que pudiste recordarla.

- ¿Let? -inquirió papá arqueando ambas cejas-. ¿Violeta? ¿Violeta Bogard?

Bajé la mirada hacia el libro que aún sostenía con una mano mirando de nuevo el título, "Diablo Guardián".

Abrí la portada del libro y me di cuenta que hasta arriba de la primera hoja a la derecha tenía mi nombre escrito en tinta azul y mayúsculas. No recuerdo haber tenido éste libro. Y más abajo, debajo del título, venía escrita una pequeña frase también con tinta azul.

"La protagonista de éste libro lleva tu nombre, y de las dos me enamoré".
07/06/14

Ésto es de hace más de cinco años.

Ojeé las primeras hojas del libro y encontré lo que buscaba:
"... porque mi papá me ponía morada a cinturonazos si llegaba a enterarse de que yo me presentaba como Violetta."

Decidí seguir ojeando el libro, pasando algunas páginas rápidamente hasta que algo cayó al suelo desde su interior.

Miré lo que parecía un papel roto, me agaché y lo tomé entre mis dedos para darme cuenta que tenía algo escrito.

"Te entrego la mitad restante de mi corazón, porque la otra mitad ya la tenías tú, ahora mi corazón te pertenece"
-Vi.

La textura no era la de un papel común, era la textura de una fotografía.
La giré, y al verla, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo dejándome completamente en blanco.

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