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Siempre visitaba la mamá de Hyung cada vez que salíamos de la escuela, habían pasado unos meses desde que su madre había caído en coma, según lo que me había contado, cayo enferma por trabajar demasiado sin descanso, eso le guardado facturas, hasta el día en que simplemente no pudo aguantas más.

Veía a Hyung sentarse a su lado y tomar su mano, a veces salía del cuarto para darle algo de privacidad y me quedaba caminando por los pasillos.

Hoy notaba a Hyung bastante tenso y parecía demasiado decaído, lucía como que en cualquier momento rompería en llanto.

Unos doctores habían entrado a la habitación, así que había decidido salir ya que no era familiar de sangre. No sentía que debería estar allí en aquel momento.

subí a la azotea del hospital, el cielo estaba nublado y había una leve brisa, el clima se había vuelto frio y la gran autopista a unos cuantos metros se encontraba completamente solitaria.

Escuche la puerta ser azotada fuertemente, seguido de unos pasos acercarse y unos brazos aferrarse a mi con fuerza.

¨Hyung¨. Lo llamé, sin embargo, no obtuve respuesta. ¨Hyung, ¿esta to...? ¨.

sentí mi hombro húmedo, seguido de sus sollozos, se aferraba a mi tan fuerte como si su vida dependiese de ello. Su cuerpo temblaba y podía sentir sus Lágrimas pegarse a mi piel.

Estoy aquí Hyung, aferrate a mi todo lo que quieras, pero por favor no te rompas.

L O S I N G   Y O UDonde viven las historias. Descúbrelo ahora