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No podía parar de preocuparme, ya no eras el mismo de antes, te veías tan cansado, apenas probabas bocado y siempre te veías tan distraído y fuera de sí.

Había pasado una semana desde que habían desconectado a tu madre, sin importar cuantas veces te pidieran que te quedaras en casa, te negabas rotundamente, decías que preferirías estar aquí en vez de ser rodeado por la soledad y el silencio de tu casa.

Los maestros estaban preocupados por ti, al igual que todos nuestros compañeros.

siempre trataba de subirte un poco el ánimo, pero se iba tan pronto como llegaba, las ojeras bajo tus ojos eran notorias y empezabas a verte más delgado a medida que pasaba el tiempo.

Me dolía verte de esa manera, intentaba ayudarte, pero tan solo decías que estabas cansado, que no tenias hambre o simplemente me abrazabas sin decir palabra alguna.

Estaba empezando a perder la cabeza, déjame ayudarte, pase lo que pase Hyung, déjame protegerte.

L O S I N G   Y O UDonde viven las historias. Descúbrelo ahora