Lyubov

01. Peligro (Winterwidow)

Cuando la Unión Soviética lo envió a la habitación roja para entrenar a las chicas de ese nuevo proyecto no esperaba encontrar aquella pelirroja en el lugar, la primera impresión que tuvo de ella fue que si lograba entrenarla bien iba a ser un gran peligro para el mundo y lo bueno era que la organización esperaba eso. Fue sencillo enseñarle a pelear y a usar su cuerpo como una herramienta de seducción.

Y no sé equivoco en lo que creía, lo comprobó años después, cuando aquel aura de peligro que vio en ella al comienzo formaba ya parte de Natasha. Sin embargo, nunca estuvo preparado para la impresión que la pelirroja representaba.

Era como si el aura de peligro y ella fuera uno solo... como si Natasha hubiera sido la encargada de crear esa palabra así que no podían culparlo de sentirse atraído a esa nueva faceta de la chica. Se sentía como si fuera una polilla y ella una luz, sabía que aún si se veía radiante aquello podía asesinarlo.

Y sin embargo siempre fue conocido por no tomar buenas decisiones, por eso ahora se encuentra en esta posición.

Hace unos días ambos eran los encargados de una misión encubierta, en donde tenían que atrapar a un sujeto y el punto de reunión era un bar así que Natasha concluyó que ella iba a distraerlo para atraparlo. Pero nunca imagino que aquella grandiosa idea era que iba a fingir ser una de las bailarinas del lugar y en definitiva no estaba preparado para esa imagen.

Cuando estuvo dentro del bar siendo uno más de los guardias ahí presente su mirada se dirigía al escenario ansiando el momento en que la pelirroja saliera para poder verla bailar. Y cuando aquello sucedió fue uno más de los presentes que quedó embobado ante tal belleza, observando la forma en como Natasha se desenvolvía sobre el escenario.

Aquel peligro que siempre presintió desde que la conoció se observaba en ella en esa ocasión, pero siendo transformada en un gran atractivo y de cierta forma se sentía atrapado. Una sonrisa burlesca surgió en sus labios al pensar que la pelirroja le hacía honor a su nombre, una araña te atrapa para después devorarte. Pero sabiendo todo esto de buena voluntad había entrado en la telaraña de una viuda negra y no le importaba si salía herido de aquel lugar.

Y había caído. Apenas la misión termino ambos habían terminado de alguna forma en un espacio cerrado, permitiendo que la atracción mutua fuera descargada.

Recuerda lo dulce que fue el sabor de sus labios, el vestido levantado y las bragas rasgadas mientras sus pantalones estaban bajados lo suficiente para sacar su miembro. Los movimientos fueron acelerados, la pasión inundaba la habitación al igual que sus esperanzas.

Ella era la única que podía destrozar su corazón... la única que ha amado sin importar el tiempo. Y curiosamente eso paso al día siguiente de esa vez que permitió dejarse llevar.

Habían terminado de dar el informe cuando vio a un hombre llegando en busca de Natasha y ahí se enteró que aquella mujer aún si daba la impresión de estar libre nunca sería suya. Al parecer aquel hombre que había llegado por ella no era otro más que su prometido.

Aquello fue suficiente para romperle el corazón, una leve sonrisa surgió en sus labios mientras se alejaba de ahí con sus pensamientos agridulces.

Y confirmó lo que años atrás vio. Natasha es un peligro. Para su corazón.