22. Color (Winterwidow)

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AU.


Desde que Natasha era pequeña se dio cuenta que a su alrededor nada tenía color ni siquiera lograba saber del color que estaban hablando porque simplemente los colores eran diferentes tonalidades de negro, aquello la frustró gran parte de su vida hasta que solo dejó de prestarle atención a eso. Eran muy pocas las personas que se daban cuenta de lo sucedido, para ellos solo era una chica normal.


Hasta que conoció a Bucky, el mejor amigo de Steve, la única persona de la cual pudo percibir los colores a su alrededor. Estuvo pasmada, pero llena de curiosidad de la razón del porque él era la única persona que lograba ver sus colores así que se acercó hasta él y se volvió su amiga.


Solo que no figuro que en medio de su investigación iba a quedar enamorada de él.


Pero tampoco podían culparla cuando el chico parecía sacado de un cuento de hadas, era sumamente atento y cariñoso, además de divertido y aunque no pareciera muy tierno. Cuando pasaba tiempo a su lado las horas pasaban demasiado rápido y lamentablemente ambos tenían que decir adiós.


Y su investigación quedo de lado solo se centró en pasar tiempo a su alrededor.


Así que se sorprendió bastante cuando él mencionó que había notado su enfermedad, aquella que en ningún momento le había dicho. Y ahora se encontraban hablando de ellos.


—Desde mi niñez me detectaron acromatopsia, solo he percibido a mi alrededor colores blancos, negros, grises y sus otras tonalidades. No puedo decir que sé como son los otros colores cuando para mí parecen ser los mismos y es frustrante no lograr saber cuál es cual, ¿sabes? Así que aprendí a ignorar mi enfermedad y tratar de vivir una vida normal como si ello no existiera. —Natasha hace una mueca y frunce su ceño. —¿Cómo te diste cuenta? —Aquello provocó un sonrojo en Bucky.


—Te observaba mucho y noté que en algunas ocasiones te confundías de color, por un momento creí que era daltonismo, pero conforme te fui observando más me di cuenta que era acromatopsia. Y la verdad me sorprende porque cuando se te ve a simple vista parece como si no tuvieras ningún problema.


—Fue difícil, no lo niego, pero agradezco cuando las cosas tienen el nombre de su color, de esa forma no me siento tan pérdida y sé que así puedo reconocerlos.


Hubo un momento en que ambos quedaron en silencio hasta que Natasha logró mencionar lo que hace tiempo notó.


—Sin embargo, noté algo curioso hace unos días. Siempre he sabido que nunca podré ver los colores, pero cuando te conocí me lleve la sorpresa de que en ti podía verlos, todo a mi alrededor sigue siendo vacío, pero a tu lado no. —Bucky sonrió con sus palabras.


—¿Sabes?, hace muchos años hubo una leyenda sobre aquellas personas que no podían percibir los colores a su alrededor y cuando encontraban a una persona en la que veían los colores se dieron cuenta que estaban frente a su alma gemela. De esa forma ellos lograban percibir quienes eran su otra mitad. —Con ello Bucky tomó entre sus manos la de Natasha y beso los nudillos de ella. —Sonará tonto, pero... ¿me permitirías ser aquel que te muestre los colores del mundo?


Natasha sonrió y asintió.

LyubovDonde viven las historias. Descúbrelo ahora