"𝙞 𝙖𝙢 𝙣𝙤𝙩 𝙩𝙝𝙚 𝙤𝙣𝙡𝙮 𝙩𝙧𝙖𝙫𝙚𝙡𝙚𝙧
𝙬𝙝𝙤 𝙝𝙖𝙨 𝙣𝙤𝙩 𝙧𝙚𝙥𝙖𝙞𝙙 𝙝𝙞𝙨 𝙙𝙚𝙗𝙩"[...]
Me acuerdo perfectamente cuando te conocí. Estaba en un bar con amigos, sábado, una noche fresca, yo tomaba un cóctel de frutas. Mientras hablamos, llegaste tú, te invitaron ya que tenemos de amigo en común a Alex. Pensé que había visto a un personaje sacado de un libro, ya que eres uno, no, espera, siempre fuiste mejor que cualquier personaje de un libro y que cualquier cosa. Saludaste a todos con esa sonrisa característica que llevas siempre, cuando viniste a mí, se me revolvió todo el estómago, pensé que me había caído mal el cóctel que me había bebido, no sabía porque estaba tan nerviosa si solamente me ibas a saludar. Recuerdo que dijimos nuestros nombres al saludar, tu nombre sonaba tan perfecto, era cómo la punta de la cereza en un pastel, el toque perfecto.
Al sentarte, te seguía mirando, me dabas cómo un tipo de curiosidad, cómo si quisiera encontrar algo de tí solamente mirándote. Pasaba las horas de la noche, y de vez en cuando cruzaba miradas contigo, yo las apartaba rápidamente, nunca entendí el porqué tus ojos me ponen nerviosa. Imprevistamente, empezó a resonar "The Night We Met" de Lord Huron, era uno de mis canciones favoritas, desde que la había escuchado, deseé conocer a esa persona indicada en una noche. Y pensé que lo había hecho, pero me equivoqué..."𝙞'𝙫𝙚 𝙗𝙚𝙚𝙣 𝙨𝙚𝙖𝙧𝙘𝙝𝙞𝙣𝙜 𝙛𝙤𝙧 𝙖 𝙩𝙧𝙖𝙞𝙡 𝙩𝙤 𝙛𝙤𝙡𝙡𝙤𝙬 𝙖𝙜𝙖𝙞𝙣
𝙩𝙖𝙠𝙚 𝙢𝙚 𝙗𝙖𝙘𝙠 𝙩𝙤 𝙩𝙝𝙚 𝙣𝙞𝙜𝙝𝙩 𝙬𝙚 𝙢𝙚𝙩..."[...]
Pasó tiempo desde esa salida y nos caímos bien, nos pasamos los números de teléfono. Charlabamos mucho, nos quedabamos despiertos hasta altas horas de la noche, igual tú ya me habías dicho que te encantaba quedarte hasta la madrugada, ya que te sientes tranquilo, cómo si el mundo se silencia para no molestarte. Me pareció curioso de tu parte, pero después de pensarlo, creo que tenías razón. De tanto hablar y conocernos entre sí, teníamos muchas cosas en común, gustos musicales, películas, ideologías, hasta gestos y acciones que hacíamos, amaba cuando nos reíamos tanto de estupideces que nos dolía la panza y ni podiamos respirar, los dos con la cara super roja, parecía que estabamos a punto de explotar, pero me encantaba tener esas sensaciones contigo, algo que tampoco entendía pero también ignoraba.
Salíamos a muchos lugares, ya sea con el grupo o juntos, ibamos mucho a los juegos arcades, amaba ganarte en el juego del tejo o tú ganandome en el Street Fighter. Yo era alguien competitiva, odiaba que me ganara cualquier persona, pero nunca entendí porque me encantaba que tú me ganaras, porque tú sonrisa y felicidad que tenías, no la podía comparar con nada del mundo, tus ojitos cuando los cerrabas con fuerza por reírte y luego al abrirlos brillaban, era algo mágico, me llenabas completa interiormente, no entendía porque valía la pena cuando perdía."𝙖𝙣𝙙 𝙩𝙝𝙚𝙣 𝙄 𝙘𝙖𝙣 𝙩𝙚𝙡𝙡 𝙢𝙮𝙨𝙚𝙡𝙛
𝙬𝙝𝙖𝙩 𝙩𝙝𝙚 𝙝𝙚𝙡𝙡 𝙄'𝙢 𝙨𝙪𝙥𝙥𝙤𝙨𝙚𝙙 𝙩𝙤 𝙙𝙤?"[...]
La vez que salimos al parque de diversiones ¿te acuerdas de esa vez? Yo estaba con un vestido al estilo nymphet, yo no era de usar vestidos pero daba para la ocasión, también tenía unas sneakers simples y blancas, un juego de collar y aretes, eran simples ya que no quería estar tan cargada de cosas. Estaba muy linda a decir verdad, pero tu tenías un buzo verde oscuro combinado con un jean negro y unas sneakers también negras, te colgaba una cadena sin ningún dige. Estabas tan precioso que no te podía quitar los ojos de encima toda esa salida, sobre todo que tu cabello estaba despeinado, perfectamente despeinado. Nos las pasamos genial esa noche, cuando nos subimos a la vuelta al mundo, el momento que paró y nos quedamos mirando, a la vista, era genial, me sentía en una película. De tanto mirarla, me dieron ganas de verte, ahí estaban otra vez esos brillos en tus ojos, admirando la vista del todo el parque, parecías un niño pequeño, me dió mucha ternura como te sorprendías por cada pequeña cosa que veías.
No te dabas cuenta de que te miraba, miraba cada detalle de tu rostro hermoso, miraba tu naricita, miraba tu mandíbula marcada, te miraba y te apreciaba. Tampoco me daba cuenta de que te apreciaba, no entendía porque lo hacía, porque me encantaba apreciarte, no solamente tu rostro, todo de tí, amaba apreciar tu corazón tan puro y humilde, como eras tan bueno y amable con todos, como te encantaba ayudar a otros, como siempre a todos les hacía saber que estaría para ellos, amaba todo de tí y no lo entendía porqué.