Me encantaba tumbarme en aquél monte las noches de verano y observar la solitaria luna en ese mar azul y morado decorado de miles de millones de pequeñas estrellas.
Siempre pensé que todas las estrellas brillaban de la misma manera, que ninguna bril...
- Buenos días profesor - hice una reverencia. - Buenos días - Kai repitió mi acción- ¿Se puede? - Buenos días alumnos, si, pasen. Últimamente están llegando tarde a mis clases, es el último día que les dejo pasar, el próximo día que lleguen tarde serán sancionados. Venga, siéntense. Fuimos casi corriendo a nuestros sitios y nos sentamos. Personalmente me llevaba bien con el maestro, ya que sacaba buenas notas y era una alumna destacada que nunca daba problemas, pero de verdad me daba miedo cuando se enfadaba. La mesa de Kai y la mia estaban al lado así que me acerque a él, aprovechando que el maestro no había empezado la clase todavía: - ¿Ya lo has oído no? Deja de quedarte hasta tarde jugando a League of Legends y duérmete temprano, porque yo no pienso dejar que el profe me baje nota solo porque llegó tarde por esperarte. - De acuerdo señorita "alumna destacada".- me dijo haciéndome burla, y se reclinó en la silla mientras se cruzaba de brazos.
Hoy era lunes, por lo tanto las dos primeras horas de la mañana teníamos clase de matemáticas, y digamos que no es precisamente mi asignatura favorita, así que los lunes por la mañana se me hacían eternos. Gracias al cielo comenzó la segunda hora, "ya queda menos para que acabe este infierno" pensé. No entendía nada del problema que nos había puesto el profe así que le pregunté a mi compañera: - Jihyo ayúdame porfa, de verdad que no entiendo esto. Jihyo no era muy buena en matemáticas tampoco, pero por lo menos era mejor que yo. - Bua, yo tampoco lo entiendo jaja lo siento, a ver si en un rato me sale el problema y ya te digo ¿vale? - Jo vale gracias. Al otro lado tenía a Kai y como es un genio en las mates le iba a pedir ayuda a él, cuando me giré para preguntarle me lo encontré dormido en la mesa.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Demonios, no le bastaba con que nos regañase el profesor por llegar tarde, no, también tenía que quedarse dormido. - Kai, Kai - le susurraba mientras le daba toques en el hombro para que se despertara - Kai venga ya, no puedes quedarte dormido, verás si te ve el maestro, Kai despierta. - Mmmm, si mamá, de verdad te salió bueno el panqueque - agg, ¿que estaba soñando? de verdad este chico es algo. Seguía dormido así que como no despertaba, le di una colleja en la cabeza y al final despertó. - Aaay!!! ¿Por qué me pegaste? - dijo mirándome mientras se tocaba la cabeza. - ¿Todo bien señor Kim? - esta vez era el maestro, que se había dado cuenta de la situación. - Si, todo bien maestro. - Entonces eso quiere decir, señor Kim, que ya ha resuelto usted el problema de la pizarra, ¿no es así? Vi como Kai empezó a rascarse la cabeza, había estado dormido toda la hora y claramente no se enteró ni de qué iba la clase. Todos empezaron a reírse ante la cara de desconcierto de Kai. - Por supuesto maestro. - Entonces salga ha resolverlo a la pizarra, por favor - se le podía ver al maestro la cara de risa que tenía, ya que sabía que él no se había enterado y era un problema muy difícil. Alzó el brazo para entregarle la tiza que tenía en su mano, Kai la cojió y se quedó un buen rato mirando la pizarra, el maestro se rió, pero antes de que dijera nada, Kai empezó a resolver el problema en la pizarra, al acabarlo le devolvió la tiza. - Ya está, hecho. El maestro miró la pizarra por un momento. - Está bien hecho, tiene usted buena suerte señor Kim, pero no se vuelva a quedar dormido en mis clases. Kai sonrió satisfecho y volvió a su sitio mientras los compañeros le aplaudían por haber resuelto aquel difícil problema, sin haberse enterado si quiera. - De verdad eres un genio, pero ya te vale - le dije, la verdad me sorprendió que hiciese el problema así sin más, aunque era muy bueno en matemáticas, el problema era demasiado complicado. - ¿Ves? Hasta dormido puedo hacerlo. - Oye, hablando de dormido, ¿estaba rico el panqueque? - le pregunte al recordar lo que me dijo cuando trataba de despertarle. - ¡Eh! ¿De que estás hablando? ¿Có-cómo sabes que estaba soñando con panqueques? - no pude evitar reírme por la cara que tenía, y así termino la clase de matemáticas. El maestro se despidió y se fue de la clase y nuestros compañeros salieron como locos a los pasillos para salir al patio. - Aaah por fin el recreo - dije estirándome - venga vamos, los chicos deben estar esperándonos ya - le di una palmada en el hombro y salimos hacía la cafetería.
