Nuestro primer encuentro

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- capitán, levi, de las legiones, b-bienvenido a mi bar - el pobre hombre se encontraba nervioso luego de reconocer al joven que abrió sus puertas con total cautela.

Al ver al prepotente y temible capitán asomarse, el bullicio paro, quedando así el lugar, en un fúnebre silencio. Pero no había remedio, tubo que caminar ignorando las miradas de todo quien se encontraba ahí.

Ya en el mostrador recobró su compostura.

- tenga - soltó en un tono sereno y dejo sobre aquel un fajo de billetes.

El dueño rápidamente se mostró sorprendido y a la vez confundido.

- n-no recuerdo haberle prestado dinero, capitán levi - dijo el dueño es son de burla, aunque seguía nervioso por toda la situación.

- ...no lo recuerda- el también se mostraba confundido, tomo su tiempo y decidió refrescar la memoria de este hombre - hace unos meses su bar sufrió daños por causa de un enfrentamiento entre un delincuente y mi persona, debi ser más preciso, lo lamento.

La postura del capitán solo hizo que hombre se sintiera aún más nervioso de lo ya estaba.

- no diga más, además de proteger a la ciudad está haciendo demasiado solo por una persona - sacudió su cabeza sutilmente - estoy muy agradecido.

El bar recobró su natural energía, como si aquella conversación hubiera llenado a aquel lugar con ánimos de festejo, aunque el capitán tenía otros planes.

Solo unos cuantos pasos hacia la salida y un brazo jalo el suyo con mucha confianza. Él con tal acto solo espero en su lugar ha aquella voz melosa y pícara que inevitablemente solían poseer las mujeres de aquellos bares.

- quédate un poco más, capitán - una voz provocativa para cualquier hombre. Sin embargo aquello solo causaba en él un disgusto.

El contacto físico era desagradable, lo podía tolerar por ser necesario cuando carga a un soldado caído, pero aquí solo sobraba.

Por tratarse de una mujer, tenía que naturalmente ser sutil.

- suéltame.

Lamentablemente la amabilidad ya se le habia agotado....

En cambio aquella mujer no mostró ninguna intención de hacerlo, al contrario tomo su otro brazo para quedar entrelazado con el suyo y así hacer más difícil el poder safarce.

El capitán se resignó a ser guiado a una mesa por ella.

Ya sentado, ella le guiñó y se fue muy contenta a otra mesa.

Era su oportunidad, ella ya estaba entretenida con alguien más.

Cerró sus ojos ya relajado para tomar un poco de impulso hacia delante y así poder levantarse, pero otra muchacha se atravesó frente a él sin notar el acto.

Por suerte su rápida reacción evitó el desastre.

Por poco y provoca que una de las camareras del lugar cayera al suelo.

La incorporo sin ningún problema, tomando la mano ajena con total cuidado y sosteniendo aquella pequeña cintura con su otra mano.

- lo siento - era su segunda vez disculpándose, ya estaba cansado, debía irse de una buena vez.

- no fue nada - mostró sus encías muy sonriente, aunque su expresión cambio repentinamente al ver las prendas de este, lo señalo como si fuera una niña asombrada - espera, eres del cuerpo de exploración???- su descubrimiento dio paso a unos brillantes ojos que solo lo miraban con gran fascinación .

Quédate conmigo hasta el final- LEVIHAN ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora