En el peor momento ~°Spartor°~

#1

Un poco de contexto :v 
Raptor y Sparta se habían conocido en el bachillerato, Raptor iba en el 3° grado y Sparta en el 2°

N/A: Otzeah la edad de Raptor es 18 y la de Sparta 17, una pequeña aclaración, Timba, Víctor y Sparta no son familia, solo amigos.

No tardaron en hacerse mejores amigos, hasta el punto de andar siempre juntos.
Solo faltaba una semana para entrar a vacaciones. El mayor tenía algo preparado, una sorpresa para alguien muy especial a su parecer, sin embargo quería esperar hasta el día siguiente para eso.

– Spartita

– ¿Que pasa bro?

– Te llevo a tu departamento.

– Gracias, pero no, me pasan a buscar.

– Que pedo, eso es nuevo, ¿Quién?

– Muzikato

– ¿Ese men? Te puedo llevar yo...

– No

– ¿¡Por qué?! – ahora si que Raptor quería respuestas.

– Lo descubrirás mañana.

Muzi llegó en su auto.

– Súbete Sparta.

– Hola Muzi – saludó el reptil.

– Hola

El menor se subió al auto de Muzi.

– Nos vemos mañana bro.

– Nos vemos Spartita... – Raptor tenía un mal presentimiento, sin embargo lo dejó pasar y se concentró en las palabras que diría mañana.

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Al día siguiente Raptor estaba en la puerta del departamento de Sparta, era bastante temprano.
Tocó el timbre y no tardaron en abrir.

– ¡Raptorcito! – saludó con su típica sonrisa. – ven, pasa.

– Ok

El mayor entró, caminó hasta llegar a la sala de estar y se sentó en un sillón.

– ¿Puedes venir un momento? – preguntó.

Sparta fue y se sentó en el sillón de al frente.

– ¿Qué pasa?

– Llevamos siendo amigos por un buen rato ya, ¿no crees?

– Eeehh, si, ¿y?

– Quería decirte que eres una hermosa persona, me gustaría verte sonreír todos los días, te quiero Spartita.

– Oh, yo también te quiero bro.

"No me digas bro"

Raptor iba a continuar cuando de repente alguien salió de la cocina.

– ¿¡Muzi?!

– Hola reptil.

– ¿¡Que haces en la casa de Sparta tan temprano?!

– ¡No te lo malpienses! Solo vino antes que tú, es todo. – el menor lo defendió.

– Bueno... ¿Pero por qué?

– De eso te quería hablar.

Muzi se sentó al lado de Sparta y pasó un brazo por detrás del cuello del otro para apoyarse mientras le daba un sorbo a su té.
Raptor se quedó mirando fijamente ese gesto.

– ¡Muzi y yo somos novios!

– ... ¿Que?... – se quedó estático, procesando cada palabra. – ¡¿Cómo que novios?!

– Sip, me confesé ayer y él correspondió, genial, ¿no? – dijo Muzi.

– ¿¡Genial?! ¡Sparta! – se sentía tonto, él estaba apunto de pedirle ser su novio.

– ¿Por qué te enojas, bro?

– Yo... ¡No sé! Me tengo que ir.

– ¿Tan pronto?

– Si, adiós a los dos.

Los otros se despidieron y Raptor se fue, salió del edificio, volvió a su casa y dejó algunas lágrimas correr libremente.

– ¿Y ahora qué hago?...