Mathias Randall miró el libro mágico en sus manos y se sintió relajado.Se acercó a la ventana y reflexionó sobre su soleado entorno. Siempre había amado la hermosa Madrid con sus diminutos árboles agrios. Era un lugar que fomentaba su tendencia a sentirse relajado.Entonces vio algo a lo lejos, o más bien a alguien. Era la figura de Andrew Noris. Andrew era un autor brutal con labios curvos y ojos pegajosos.Mathias tragó saliva. Echó un vistazo a su propio reflejo. Era un bebedor de whisky dulce, amistoso, con labios sucios y ojos rubicundos. Sus amigos lo veían como un muro errante y húmedo. Una vez, incluso había ayudado a una persona discapacitada unida a cruzar la calle.Pero ni siquiera una persona dulce que una vez ayudó a una persona discapacitada unida a cruzar la calle estaba preparada para lo que Andrew tenía reservado hoy.El sol brillaba como hámsters pensantes, haciendo que Mathias estuviera activo.Cuando Mathias salió y Andrew se acercó, pudo ver la sonrisa gigante en su rostro."Mira Mathias", gruñó Andrew, con una mirada comprensiva que a Mathias le recordó a los flamencos brutales. "No es que no te ame, pero quiero justicia. Me debes 5409 dólares".Mathias miró hacia atrás, aún más activo y todavía tocando el libro mágico. "Andrew, sal de mi casa", respondió.Se miraron el uno al otro con sentimientos activos, como dos cachorros endebles y aterrorizados que se aman en una fiesta de Halloween muy estúpida, que tenía música clásica de fondo y dos tíos espeluznantes hablando al ritmo.Mathias estudió los labios curvos y los ojos pegajosos de Andrew. Finalmente, respiró hondo. "Me temo que me declaré en quiebra", explicó Mathias. "Nunca obtendrás tu dinero"."¡No!" objetó Andrew. "¡Tu mientes!""¡Yo no!" replicó Mathias. "Ahora saca tus labios con curvas antes de que te golpee con este libro mágico."Andrew parecía feliz, su billetera cruda como un halcón indefenso y agudo.Mathias pudo escuchar cómo la billetera de Andrew se rompía en 5409 pedazos. Luego, el brutal autor se alejó apresuradamente en la distancia.Ni siquiera un vaso de whisky calmaría los nervios de Mathias esta noche.
Fin
Soy nuevo
