- Sueltame! - Grite tirándole un golpe,
haciendo que callera al piso.- Maldita perra.- Maldijo.
- Mala suerte para ti idiota.- Dije tomando mi arma y apuntando hacia el.- Recorrí demasiado para poder encontrar estás provisiones y no voy a dejar que alguien tan imbecil como tú las tomé.- Apretando el gatillo, dónde le en la pierna.
Tomando la mochila, sali del establecimiento. Maldición está
anocheciendo, necesito llegar al refugio cuánto antes.Me encontraba a las afueras de Seúl, después de que la ciudad fuera invadida hace unos años por los caminantes, decidí que estaría mejor estar alejada de toda la civilización.
He estado tranquila desde entonces en una pequeña casa que encontré abandonada un poco lejos de la ciudad.
Al llegar a mi pequeño refugio, dejo las provisiones en la mesa central y me recuesto en el unico sillón que se encontraba ahí. Había estado todo el día fuera, estaba demasiado cansada de tanto caminar y buscar comida. Sin embargo lo que traje no es suficiente, solo me alcanza para mañana. Suspiré, acomodandome en sillón, decidí tomar una pequeña siesta, valla que la necesito.
- Levantate.- Escuché una voz grave cerca de mi. Abri los ojos de golpe.- Te he dicho que te levantes.- Senti como me pegaba ligeramente con su pistola,
Sin decir ni una palabra me pongo de pie.- Date la vuelta.-Me ordenó, temblando un poco me giro hacia esa persona.- Tira al piso tu pistola y tú cuchillo.-
Despojandome de mis armas, alzo mi vista para ver el rostro de este chico. Vestía un pantalón negro, con una camisa blanca y una chamarra color militar. Lleva una gorra negra. A pesar de tener puesta la gorra, pude ver qué tenia algunos rasguños en su rostro. Sin dejar de apuntarme con su pistola, saco de su chamarra una radio.
- Pueden entrar, es solo una pequeña chica.- Dijo.
- ¿No vienés solo? - Pregunte. No me respondió.- Escucha, pueden tomar todo lo que quieran, incluso se pueden quedar con la casa, solo déjenme irme de aqui, por favor.-
- Ya, Suga.- Voltee hacia la puerta y pude ver a seis chicos entrar.- ¿Que le has hecho a la pequeña niña?- Dijo un chico alto y rubio.
- Ya, baja el arma que la estás asustando.- Dijo otro chico y el tal Suga dejo de apuntarme con su pistola.
- Gracias.- Dije agradecida.
- Hola, soy Namjoon, soy el líder del
grupo, lamento que este chico te asustara.- Dijo mientras estira su mano para poder estrecharla conmigo, no la acepte solo retrocede unos cuantos pasos.- Solo estábamos buscando un lugar para poder descansar y asi también curar a uno de nuestros chicos.- Dijo y fruncir el ceño.