Luna de sangre (Parte II)

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"El único medio de conservar un hombre su libertad es estar siempre dispuesto a morir por ella"

Edgar Allan Poe

Bastas palabras calaron en el corazón de los vecinos de Daggorhorm.

Eso no era el lobo.

Seguía vivo.

Seguía por ahí, quizás, entre las sombras, esperando, reclamando venganza.

Eso les asustaba, por eso el corazón humano, se protege de lo desconocido mediante el miedo, y del propio miedo, con la incredulidad.

Pero eso, solo lo hace más peligroso.

Todos deseaban creer que el lobo había muerto, era más fácil así,  sentirse libre, aunque no sea eso lo que este pasando realmente.

El padre Solomon se llevó las manos a la cabeza en busca de paciencia y pellizcó el puente de su picuda y recta nariz.

-¿Saben acaso lo que es la luna de sangre?- pregunta en tono paciente, pues, ya sabía la respuesta,  estos ignorantes aldeanos no sabían nada de lo que había ahí fuera.

Y al que ignora, le lleva la soga.

Hizo un gesto a sus guardias y estos empezaron a sacar muchos artilugios extraños que los aldeanos no habían visto en su vida.

Extendieron lo que parecía un gran baúl.

El cuál se convirtió en una mesa.

Extendieron un pergamino de papel,  amarillento y estropeado por los años,  pero que aún se podía apreciar.

-El planetario.

Uno de los guardias de origen africano habló con voz ruda y cob un extraño acento.

Dijo señalando lo que parecía una maqueta con todo el sistema solar.

-El planeta rojo esta en conjunción con la luna una vez cada trece años, solo así se puede crear un nuevo hombre lobo- dijo él padre Solomon haciendo un extraño movimiento al mover una palanca, de repente salió humo y se hoyó lo que parecía una especie de petardo que sobresaltó a todos los presentes.

El soldado negro se acercó y la mirada de oscuridad que sus profundos ojos negros lanzaron a los aldeanos les helaron la sangre.

La oscuridad se cernía sobre el pueblo.

Y la falta de luz daba un aspecto más siniestro al rostro de facciones duras del guerrero de piel oscura.

-Durante una luna normal si te muerde un hombre lobo te mata, pero en luna de sangre, nuestras mismas almas están en peligro.

-No hay peligro, he matado al lobo, en su guarida- dijo él alguacil haciendo frente al guardia.

Otro aldeano de barba larga y pelo canoso se posicionó con el alguacil.

-La cueva del monte Grimmor.

Se oyeron afirmaciones entre aquellos que fueron a aquella expedición.

-No no no... ¿No lo entendéis? Os ha hecho pensar que vivía allí todo este tiempo para que no penséis en el sitio más obvio.

El lobo vive aquí, en esta aldea..

Podría ser vuestro vecino- el miedo caló en las miradas de los habitantes de Daggorhorm mientras observaban incrédulos al padre Solomon deslizándose por por la plaza mirando a unos y a otros.

-Vuestro mejor amigo..., incluso vuestra mujer.- dijo en un pequeño susurro.

-Saldrán a la luz vuestro secretos, sino tenéis nada que ocultar, no tenéis nada que temer.- dijo el guardia negro.

Pero para entonces, las miradas de desconfianza iban de unos a

otros, ¿podía ser posible?

Sí,  claro que podía pero la oscuridad de la noche no dejaba cabida a pensamientos tan oscuros, y la fuerza del corazón es débil,  cuando el demonio enseña los cuernos.

La vida es frágil,  todos tememos por conservarla.

Y es mejor pensar que estas a salvo a vivir con la duda de cuando vas a morir.

Al menos así,  disfrutas los minutos que se te concedan.

Los ojos iban de unos a otros, ¿Sería el panadero? Tan callado y despechado por qué su mujer lo abandonó.

¿algún leñador?

Oh...quizás.. ¿Sería la niña de la capa roja?

Tan callada, tan diferente, siempre apartada de los demás.

Muchas miradas calleron en Valerie.

Sin embargo, ella intentaba adivinar quién podía ser, al igual que todos, nadie hayaba respuestas.

-Cerrad la aldea- sentenció el padre Solomon levantando gritos de indignación y protesta.

"No puede hacer esto"
"No tiene derecho"
"¿Quién se cree que es?"

Pero el alguacil arrancó la semilla de la duda que había sembrado el padre Solomon en los corazones de los asustados aldeanos.

-El lobo esta muerto.

Y esta noche ¡Lo celebraremos!- dijo alzando la pica con la cabeza del lobo gris.

Los gritos de júbilo inundaron la plaza.

Ante la mirada retadora del padre Solomon.

-Celebrarlo pues..

Veremos quién tiene razon- sentenció este, y envuelto en una capa negra, se perdió en las profundidades de la noche, pero la amenaza quedó flotando en el aire, siendo ignorada por los alegres habitantes que celebraban la que sería,  la peor noche de sus vidas.

Holaaaa!
Que será,  será,  wherever Will be Will be.
Bueno bueno bueno que les deparará el futuro a nuestros pobres e ingenuos habitantes de Daggorhorm.

Mmmmm nose sabe no se sabe. Jajaja pues nada como siempre muchísimas gracias por sus votos y comentarios, me alegran el día.

También aprovecho para mencionar a Renattaradogna MUCHAS GRACIAS BELLA!!  por que siempre me dejas estupendos comentarios que me animan a escribir.

Asique sin más mil besos y mil gracias y lo de siempre VOTEN COMENTEN, la autora agradece que valoren su trabajo.

VOTEN MADAFAKAS! Jajajja besitos!

¿A quién tienes miedo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora