Beatriz

Capítulo XV - Amor: Una realidad

Luego de tantos momentos, y trabajo. El proyecto de Beatriz fue aprobado y ahora viaja eventualmente a Italia, ya que ahí se encuentra la oficina oficial de su proyecto.

Se encuentra estable, viviendo aún sola, tiene su propio jardín y su propio perro. Su mejor amigo. Vive como siempre lo ha querido, su propio negocio, sus sueños haciéndose realidad. Su vida, sus amigos y su familia.

Esta vez, se dedicó a arreglar su casa y alistar los pequeños postres. Ya que Franz llegaría a visitarle.

Y entonces llegó un poco antes.
– Toc toc… -dijo mientras estaba fuera, se escuchó por la ventana.
– Eres tan especial -dijo Beatriz abriendo la puerta.

Sorprendida ante su presencia temprana, Franz entregó un ramo de rosas a Beatriz, un tarro de te y sonrió.
– ¡Qué detalle! Gracias, Franz. Pasa -dijo Beatriz cerrando la puerta.

Mientras Franz se dispone a acomodarse en la pequeña casa de su amiga.

El café estaba listo y habían pequeñas galletas sobre la mesa. Comenzaron a conversar y a actualizarse de la vida. Ya había pasado mucho tiempo y se sentían muy felices.

- ¿Qué tal de amores, Bea? -preguntó Franz mirándole fijamente a los ojos.
– Estoy bien, soltera siempre.
– Nunca supe de alguien contigo, bueno aparte de mi… -echó a reír- No te claves, son bromas.
– Yo entiendo. Tu eras lindo en su época. Bueno, ¿cómo te va a ti?
– No quiero decepcionarte pero si, ya estoy en una relación.
– ¿Y me dices hasta ahora? Cuéntamelo todo.
– ¡No! Te decepcionaré.
– Anda, dime. Por favor.
– Vivo con alguien, bueno llegó a mi apartamento así que estamos felices. Mi familia se asustó un poco pero ya lo aceptaron.

Beatriz se quedó callada y entró un poco en confusión.
– ¿Entonces? -preguntó confundida.
– Soy gay. -respondió Franz sonriendo de forma nerviosa
– ¡Wow! Hey, pero qué me alegro por ti que todo haya salido bien con tu familia con respecto a esta situación.
– Lo sé, pensé que sería dificil pero fue diferente.
– Ven acá -dijo Beatriz poniéndose de pie, indicándole a Franz un abrazo.

Entonces se abrazaron fuertemente.

- Deberías de darte una oportunidad en el amor.
– Lo será en su momento.
– ¿Y tu trabajo?
– Perfecto. Es más, lamento no actualizarte de muchas cosas, es solo que tengo mil cosas en mi cabeza y pronto me iré de viaje nuevamente.
– ¿Cuándo?
– El Sábado.
– ¡Eso es rápido!
– Lo sé.
– Tengo un par de cosas qué hacer y tengo una pequeña cita que asistir. Y tu sabes, de esas cosas que pasan de repente. -sonrió Beatriz
– ¿Y por eso te sonrojas? Cuenta -dijo acariciándole la mejilla Franz
– Tu me gustabas demasiado…
– A mi también.
– Pero si eres gay, ¿entonces?
– No lo sé, la vida es rara. Da vueltas raras.

Beatriz se quedó viendo fijamente a los ojos de Franz, mientras él sonreía. Se abrazaron fuertemente y mutuamente se dieron palmadas en la espalda. Cuando comenzaron a separarse, Franz besó suavemente el cuello de Beatriz y ella cerró sus ojos, levemente sonrió. Y al separarse, mirarse fijamente ambos sonrieron. Ella se levantó de puntitas para alcanzarle y beso su mejilla.

- ¡Bea! -gritó Lucas desde lejos.
– Oh… -dijo Beatriz riendo suavemente- Ya llegó mi cita.
– Claro. Te cuidas muchísimo.
– Gracias Franz, y te agradezco por confiar en mi. Eres un amor -dijo tocando su pecho suavemente. Te quiero.

Entonces, Beatriz marchó a encontrarse con Lucas. Mientras Franz le observaba desde lejos.

- ¡Hola! -dijo Beatriz acercándose a Lucas muy sonriente
– Hola señorita, ¿cómo estás?
– Perfectamente bien. ¿Y tu?
– Mucho mejor luego de verte. ¿Estás lista para el viaje?
– ¡Si! Más que lista.
– Perfecto, vámonos.

Beatriz y Lucas partieron juntos hacia el Aeropuerto. A dónde ella disfrutará de su pequeño proyecto y Lucas de su ciudad natal.
Y así fue como Beatriz logró hacer su sueño realidad. Guardando su vida para su carrera y sus sueños. La felicidad entonces, ya había tocado a su puerta. Y ahora con una mitad más.

FIN.-