La mañana del miércoles, Harry amaneció feliz, por fin esa tarde eran las pruebas para el equipo de Quiddich. Necesitaba empezar los entrenamientos, cuando se montaba en la escoba todos sus problemas desaparecían y la adrenalina de los partidos le motivaba y le arreglaba hasta sus peores días.
Bajó a la sala común a buscar su libro favorito, Quiddich a través de los tiempos, lo leía todos los años antes de las pruebas, ya se había convertido en una tradición. Terminó de coger todas sus cosas y antes de salir decidió esperar a que Louis saliera de la ducha para desearle suerte ya que ese día también era la prueba para el equipo de Slytherin, pero solo hizo falta unos segundos para arrepentirse, ya que al girarse se encontró con el chico semidesnudo dejando ver sus marcados abdominales, los que unas gotas procedentes de su pelo aún húmedo recorrían hasta perderse por un lugar que como pensará demasiado en él iba a tener serios problemas, no había ninguna duda de que ese chico era un auténtico semidiós. Sus pensamientos fueron cortados una vez que el chico que tenía enfrente habló.
-¿Que miras Styles? ¿aún sigues dormido o que?- habló el Slytherin secamente.
-¿Se puede saber que te pasa?- respondió Harry sorprendido.
-¿Y a ti que más te da? ¿te pregunto yo pregunto yo por tu vida?
-Pero pensaba que empezábamos a llevarnos mejor incluso a.... ser amigos?
-Ja ¿amigos? ¿tu y yo? ¿para que querría ser yo amigo de un asqueroso sangre sucia? anda vete de aquí que tengo que cambiarme y ni se te ocurra dirigirme la palabra.
-Eres un auténtico imbecil- dijo Harry saliendo de la habitación lo más rápido que pudo.
Andaba por los pasillos sin saber muy bien a donde iba, no había podido evitar que sus lágrimas salieran y su cabeza no hacía nada más que dar vueltas.
Llegó al baño del segundo piso, apenas entraba nadie allí, así que en el momento en el que cruzó la puerta se dejó caer contra la pared y comenzó a sollozar como si no hubiera un mañana, no entendía que había pasado, en muy poco tiempo habían conseguido llevarse mucho mejor, Harry lo llegaba a considerar su amigo y no podía negar que en algunos momentos deseaba considerarlo algo más, habían compartido algunos momentos muy importantes y de verdad pensaba que la idea que tenía del chico era algo completamente equivocada y que los problemas tan grandes que habían tenido hasta hacía poco más de un mes se debían a la tremenda rivalidad entre sus casas, pero no, como siempre volvía a equivocarse, ese chico jamás le había tenido el mínimo aprecio, era el mismo niño malcriado y estirado de siempre, ese que llevaba riéndose de él años y que una vez más lo había conseguido, lo peor es que sabía que tendría que verlo durante todo el curso a su lado como si nada pasara y no sabía si sería capaz de enfrentarse a él cara a cara, porque al contrario que Tomlinson, él si tenía sentimientos y últimamente, los que tenía hacia el Slytherin se estaban volviendo bastante fuertes.Se quedó un rato más intentando calmarse y repitiéndose una y otra vez que ese chico no merecía sus lágrimas. En ese momento debía centrarse en lo importante, las pruebas para el equipo, llevaba demasiado tiempo deseando que llegara ese día para que Tomlinson se lo arruinara, así que se miró una vez más al espejo y tras lavarse la cara salió de allí intentando dejar todos sus sentimientos en ese baño.
Bajó al jardín a encontrarse con sus 2 amigos, por suerte había cogido todo lo necesario para las pruebas antes del percance, así que no tendría que volver a la habitación nada más que para dormir. Vislumbró las siluetas de Niall y Liam a pie del lago y se acercó intentando simular una de sus mejores sonrisas, por suerte sus amigos estaban tan nerviosos por las pruebas que no se percataron de la leve hinchazón que aún reflejaban los ojos del chico. Dió gracias una y mil veces a que Kendall no estaba allí, sabía que ella se habría dado cuenta al segundo de que nada iba bien, era demasiado buena leyendo a su mejor amigo.
-Por fin te vemos- lo recibió Niall- pensaba que vendrías a desayunar con nosotros.
Mierda, pensó el chico, con todo lo que había pasado se le había olvidado hasta el desayuno, por suerte o por desgracia se le había cortado todo el hambre así que tampoco lo notaría mucho.
-Si, es que me he enredado en las sábanas y como llegaba tarde cogí algo de mi sala común- mintió rápidamente el chico.
- Vamos a tener que decirle a Tomlinson que haga más ruido por las mañanas que sino no te despiertas.
En el momento en el que Liam pronunció esas palabras Harry sintió una punzada en el pecho, ese nombre. Intentó sonreír aunque solo consiguió mostrar una pequeña mueca, por suerte dejaron el tema y se dirigieron al campo de Queddich.
Harry intentó concentrarse lo máximo posible en la prueba y se puede decir que lo consiguió, no había sido ni de cerca su mejor tiempo, pero bastó para un año más conseguir el puesto de buscador del equipo de Gryffindor. Intentó mostrarse alegre frente a sus compañeros, pero en el momento en el que supo que Liam y Niall también habían conseguido sus puestos de golpeadores, se excusó diciendo que tenía que estudiar y salió de allí más rápido de lo que se dice Queddich. Por supuesto ese día no estaba apenas de su parte porque al salir al jardín, lo primero que se encontró fue al equipo de Slytherin esperando a que ellos terminaran para hacer sus pruebas. Pasó por al lado lo más rápido que pudo pero sus ojos no pudieron evitar detenerse en el chico de ojos azules, ojos que por cierto se veían ausentes a la par que rojos e hinchados al igual que los suyos. Consiguió apartar la mirada odiandose a si mismo por preocuparse por él después de ese día, pero sabía que era algo que no podía evitar.
Llegó a la habitación y como sabía que a Tomlinson le quedaría mucho por llegar, o alomejor ni llegaba, se permitió volver a dejar a sus lágrimas correr por sus mejillas, mucho había aguantado ya, se tumbó en la cama y tiró lo más lejos posible la novela q estaba leyendo, esa que trataba sobre dos amantes que vivían un amor prohibido, una auténtica estupidez, algo que solo pasaba en los cuentos. Revivió una y otra vez la conversación que había tenido con el Slytherin hasta que, debido al dolor de cabeza y el cansancio de llorar, Morfeo lo acogió haciendo que descansara al menos por unas horas.
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Casualidad o Magia | Larry Stylinson
RomanceHarry y Louis comienzan su 5° año en la escuela Hogwarts de Magia y Hechicería.Los chicos, gryffindor y slytherin respectivamente, son conocidos por su gran enemistad igualable a la de sus casas. Este año Harry tiene planeado disfrutar del curso jun...