Capítulo 90

763 111 9
                                    

Después de una ansiosa noche, Bárbara se encontró arrastrando a Gabriela a la librería. La pelirroja no dudó en ser guiada hasta la parte trasera de la tienda y luego suspiró al encontrarse con la mirada de la morena. Era evidente que no podía respirar correctamente; entonces la pelirroja se hizo cargo de la situación.

- Soy la hermana de Graziela. Es una larga historia, así que necesito resumirla antes de que sospechen.

- ¿Qué estás haciendo?

- Ayudándolas, a ti y a tu mujer. - Explicó con calma. - Escríbele, guárdalo en el libro. Me lo llevaré. Eso es todo lo que puedo decir por ahora.

- ¿Qué están tramando ustedes dos?

- Una forma de poder salvar a Macarena.

- Eso es absurdo.

- Por eso quiero ayudar. - Y luego levantó una ceja como si estuviera desafiando a la morena frente a ella. - ¿Tardarás mucho en escribir?

»

Macarena apenas podía creer lo que veía en sus manos; cuando Gabriela llegó con el libro de Romeo y Julieta, apenas podía contenerse de ansiedad y alegría. Pero esperó pacientemente hasta que estuvo sola para abrir el papel que estaba allí. La letra perfecta y delicada marcaba la hoja arrugada.

Bebé,
No te rindas con nosotras.
Yo no me rendiré y tu tampoco.
Te quiero ver.
Tuya, Bárbara.

Sonriendo, Macarena dejó que las lágrimas le bañaran los ojos hasta no ver nada más; Lloraba de alegría, de angustia, de dolor, de añoranza, de todo. Lloraba porque su mujer todavía la amaba y lloraba porque necesitaba verla. Gabriela, a su vez, se quedó parada en la puerta frente a la otra mujer sentada en la suave cama. Abrazó el papel como si fuera algo precioso, y lo era.

Ella sabía que lo era.

Cuando Macarena empezó a sollozar, Gabriela la abrazó. Primero para consolarla y segundo para que no hiciera tanto ruido. Pensaba que debía sentirse mal por engañar a su hermana, pero nada podía ser tan malo como el sufrimiento que Graziela le estaba dando a Macarena por razones puramente egoístas.

- Ella me respondió ... No puedo creerlo.

- ¿Por qué no respondería, Maca?

- Pensé ... que ella podría ... pensar que no la amo. - Entre sollozos, la mujer logró responder. Permaneció en el abrazo de Gabriela porque era necesario cualquier tipo de consuelo en tiempos de terror. - Pensé que ... Oh Dios.

- Ella nunca se va a dar por vencida contigo. Ya te lo dije.

- ¿Como lo sabes?

- Está trabajando con la policía para sacarte de aquí.

Los ojos azules brillaron con curiosidad.

- ¿Me lo juras? ¿Como sabes?

- Me lo dijo Graziela. Fue llamada para testificar al respecto.

- ¿Tengo que ir con la policía?

- Creo que si.

- Si digo la verdad, Graziela me matará.

Gabriela no supo responder, así que decidió cambiar de tema.

- Centrémonos en algo bueno, Maca. - Sin dudarlo, la pelirroja siguió hablando - Saldremos juntas el sábado.

- ¿Salir?

- Salir. Hablé con Graziela de que tus fans están preocupados por tu desaparición en las redes sociales, lo cual puede resultar extraño. Y con esta situación que creó Bárbara con la policía ...

El mar de tu mirada | Barbarena I Terminada I EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora