Capítulo 15 ⸙

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Pov. Beb.

Hoy mi día había sido una gran mierda, para que mentir. Para comenzar, me bajo la regla justo hoy sin darme cuenta, y a causa de eso la cama estaba con una enorme mancha, que tenía que lavar yo. Luego, gracias a mi comienzo de día se me hizo tarde para el colegio lo que me retrasó una clase completa, pero luego en mi segunda clase me dieron unos terribles cólicos que hicieron que pida permiso para ir al baño.

Y ahora me encuentro soportando el dolor y maldiciendo me por no haberme tomado algo antes de venir. Si pudiera llamar a Lila lo haría, el problema es que ella está en clase y no tengo más alternativa que ir a la enfermería.

A paso decidido me fui allí, la verdad que los dolores de cólicos no siempre me atacaban fuerte, eso normalmente me pasaba al noche, y por eso ahora no es mucha cosa.

Cuando iba llegando para colmo en la enfermería se encontraba un chico durmiendo plácidamente. La idea de que un chico sea el que me esté atendiendo no me agradaba del todo, y no me mal entiendan, no me agradaba por que estoy segura que el chico no sabrá que buscar y que hacer, es que lo chicos traídos acá son más inexpertos que niños de cinco años en la agencia.

-¡Ya despierta, por favor!- le grité en el oído al ya estar varios minutos tratando de que despierte pero no lo hacia.

-¿Qué? ¿Qué pasó?- preguntó desorientado.

-Solo quería que me de unas pastillas para los cólicos- le dije amable, se suponía que en el colegio debía mantener mi papel.

-Oh, es eso- se paró de la silla y empezó a buscar lo que supongo eran las pastilla en una caja- este... ¿cómo se ven?

-Solo deme un ibuprofeno- rodé los ojos, no tenía paciencia para indicarle cada cosa, el asintió.

-¿Y para que los quiere?- preguntó de forma despectiva haciendo enojar ¿para que más serán?

-Y usted... ¿para qué cree que son?

-¿Para los católicos...?- respondió en otra pregunta.

-¡Solo pásame el bendito ibuprofeno!

-No puedo si no sé para qué es.

-¡Pue para los cólicos! ¿Para qué más?- le dije ya impaciente.

-¿Y que es eso?- pregunto avergonzado, ¿me estaba jodiendo?

-Son molestias en mi estómago, que duele mucho- le dije suave, como tratando con un nene de siente años.

-¿Y por qué no se lo aguanta?- eso fue la gota que derramó el vaso.

-¡Pues venga para que le patee los huevos y veamos si aguanta eso cinco veces peor!- le dije ya molesta.

-Ya tranqulizate chica, toma el ibuprofeno- me lo tendió y me largue de ahí.

Volvi al baño para tomarme el ibuprofeno, también decidí en no volver al clase de esa hora. De todos modos ya faltaba poco para que terminara y pase mucho tiempo fuera, no me dejarían pasar.

Mientras esperaba a que sonara el timbre me tomé la libertad de pasear por los pasillos de la institución, no era la única que andaba por ahí, había varios estudiantes que hablan tranquilamente.

Me fui al patio del instituto, donde Marc y sus amigos me habían llevado para "contarle la verdad" sobre Marcos y yo. Procedí a sentarme bajo el árbol que estaba justo en medio.

Mañana tendría que volver a la casa de Marc para hacer las clases pendientes con él, hoy también debía hacer un misión de bajo rango para buscar unos documentos robados del Museo central, mañana comenzaría con el caso de Simón. Desde que el caso de Simón volvió a ser acto de presencia estaban preparando todo para poder trabajar correctamente en el caso, y supuestamente mañana ya estaría todo listo para trabajar con más tranquilidad.

¡¿La Nerd Es Espia?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora