Reencuentro (+18)

37. De nuevo juntos (Lemon)

Marinette

Adrien me besa, mis manos comienzan a recorrer su cuerpo y es ahí donde me doy cuenta que esta con el pantalón puesto, los besos y caricias se tornan cada vez más apasionados, por lo que simplemente comienzo a desabrochar el botón y bajar el cierre del pantalón para ayudar a quitárselo.

Adrien lo baja, junto con su ropa interior, quedando completamente desnudo para mí. Me encanta observarlo, debo admitir que su cuerpo es maravilloso, soy afortunada, porque tengo un novio extremadamente guapo, que se preocupa por mí, amoroso y además increíble en la cama.

Mis manos suben y bajan por su espalda, llegan a su trasero el cual acaricio con descaro, mientras él reparte besos por mi cuello bajando a mis senos, se queda ahí, besando, acariciando, apretando y lamiendo.

Esas caricias me hacen soltar pequeños gemidos, decido mover mis manos hasta la intimidad de Adrien, la cual, producto de mis caricias, ha logrado aumentar de tamaño.

Me separo de Adrien, lo suficiente para permitirme hincarme, frente a mí tengo su parte mas íntima, sin previo aviso la introduzco en mi boca, con la lengua la acaricio, Adrien jadea, levanto la vista y nuestras miradas se encuentran, es una situación con un grado de erotismo elevado, Adrien es un hombre muy visual y sé que disfruta las cosas mucho mas cuando me está viendo por lo que, procedo con mis caricias sin bajar la vista.

Siento su mano en mi cabeza, comienza a empujarme más rápido, es señal de que está a punto de llegar, me fascina provocar esas reacciones en él, lo dejo que continúe con el movimiento, cierra los ojos y arquea la espalda, justo en el momento en que se vacía dentro de mi boca, abre los ojos para observar, recarga sus manos en la pared dejando mi cabeza libre para que sea yo la que realice los movimientos, Adrien da un fuerte gemido, yo me quedo quieta, mientras él se relaja.

Me pongo de pie, Adrien me besa, me gira hasta quedar frente a la pared, toma mi pierna derecha y la levanta un poco, entra en mi de un solo golpe, un grito de sorpresa y excitación sale de mi garganta.

Lo siento llegar muy adentro de mí, Adrien se mueve, adentro y afuera, solo jadeos, gemidos y algunos gritos se escuchan en la ducha, ademas del agua cayendo en nuestros cuerpos.

Adrien intenta ser suave, pero no es lo que quiero, hoy no quiero que sea delicado conmigo, así que bajo mi pierna, me inclino un poco hacia delante y giro mi cabeza para poder verlo.

—Hazlo fuerte...— le digo. Ante estas palabras Adrien sonríe, sus manos sujetan mi cadera, presionan mi piel, él toma impulso y comienza a incrementar el movimiento, fuerte y rápido, siento que estoy a punto de llegar así que comienzo a moverme, tratando de profundizar aún más sus intromisiones.

Me dejo llevar por las sensaciones que tengo, llegando a mi liberación, acompañada por Adrien quien vacía toda su energía dentro de mí.

Nos quedamos recargados en la pared, Adrien me da suaves besos en el cuello y los hombros, siento su intimidad relajarse y salir de mí, es entonces que me giro para besarlo, un beso dulce.

Ambos sonreímos, no podemos evitarlo, nos hemos reconciliado después de una discusión de dos semanas, terminamos de ducharnos y salimos envueltos en toallas hacia la habitación.

Secamos nuestros cuerpos, y, desnudos, nos acostamos en la cama, estoy agotada, por el trabajo y por la sesión en la ducha, recargo mi cabeza en el pecho de Adrien y sin darme cuenta me quedo profundamente dormida.

La alarma me despierta, Adrien me tiene abrazada, me estiro un poco solo para alcanzar el celular y apagarlo, hoy tenemos un día agitado, debemos terminar el montaje de los diseños, hacer las últimas pruebas y llevar a cabo la presentación ante la prensa.

Con cuidado me levanto de la cama, entro a la ducha donde me doy un baño rápidamente, procuro no hacer mucho ruido para no despertar a Adrien.

Al salir me dirijo al armario para elegir las prendas que utilizaré hoy.

Son los primeros días de Diciembre, por lo que el frío en la calle es intenso, así que la mayoría de mi ropa es abrigadora, un pantalón negro, un sweater palo de rosa y abrigo del mismo tono. 

Para el sábado que es el cierre del evento y se lleve a cabo el desfile de las prendas y la alfombra roja, llevaré un vestido de la colección de mi suegro, también en tono rosado con zapatillas del mismo color.

Adrien debe acudir a algunos eventos programados para el día de hoy, así que me acerco para despertarlo con un suave beso.

—Buenos días Gatito dormilón..—

—Buenos días Princesa— me responde jalándome para quedar sobre él.

Me besa con pasión, al parecer no fue suficiente con  la noche que pasamos, él quiere más.

—Adrien, por mucho que desee quedarme en cama contigo, tenemos algunos pendientes el día de hoy...—

A pesar de mis palabras  no me suelta, y yo no hago ningún esfuerzo por alejarme de él.

—Lo sé, pero acabamos de reconciliarnos...— me dice haciendo un puchero, se ve tan tierno.

Continúa con  los besos y sin esperarmelo se gira, ahora me encuentro abajo de él, vestida únicamente con ropa interior lo que facilita sus caricias en mi piel.

Su lengua pasa de mi cuello a mis senos, ahora me besa y da pequeños mordiscos que están excitandome.

Suaves gemidos botan de mi garganta mientras mis manos recorren su espalda.

No puedo resistirme más, bajo su ropa interior liberandolo de su prisión, con mi mano lo guío hasta mi entrada, estimulandolo hasta que logro introducirlo.

Gemidos y jadeos se escuchan en la habitación, algunos "te amo", "me encantas" y "eres preciosa".

Juntos llegamos a nuestra liberación, nos quedamos abrazados por unos minutos, mientras nuestras respiraciones se regulan.

—Adrien, ahora debo ducharme de nuevo—

Mi intento de reclamo se queda en eso, en intento, porque de inmediato me sugiere ducharnos juntos.

De la mano entramos a la ducha, el baño que nos damos es rápido, aún tenemos muchas actividades que hacer.

—Princesa, hoy te llevaré a conocer la ciudad, hay lugares impresionantes en Milán que no debes perderte, aunque venimos de trabajo nuestra agenda nos permite tiempos libres, nos vemos a las 04:00 de la tarde en el lobby del hotel— me dice Adrien mientras bajamos por el ascensor.

—¡Excelente!, pensé que no podríamos pasear en este viaje, muchas gracias Gatito—

Desayunamos acompañados de sus padres, al terminar nos despedimos, Adrien se va con su madre y Rose, yo me voy con su padre, es hora de trabajar.

***Continuara***