Crazy Gods (EDICIÓN)

06: Final Parte 2

Pelearon por pocos momentos, Mingyu noqueó a los hermanos Wang y siguieron defendiendo a los demás. Escucharon las sirenas de los policías, no les quedaba tiempo. Tomaron unas armas especiales que lastimaría lo suficiente a los mortales pero no los mataría. Buscaron a los mafiosos donde Zeus y Hera estaban escondidos. Seungkwan los localizo rápido y con un movimiento ágil logró tomarlos y dispararle a quien supuso era Hera. Mingyu hizo lo mismo y disparó a Zeus. Los integrantes de la mafia intentaron escapar pero fue demasiado tarde, la policía estaba ahí.

—¡Arriba las manos, están todos detenidos! —Otro oficial dictó los cargos de cada grupo de mafia mientras los tomaban presos.

—¡Ellos llegaron a atacarnos, arréstelos a ellos. Nosotros somos inocentes!

—Ellos están aliados con la policía —Uno de los agentes habló, era Apolo. Rápidamente detuvieron a todos y pusieron a los demás en resguardo.

No pudieron ir con sus compañeros, fueron a la estación de policía y dieron una declaración. Artemisa logró que no les pusieran ningún cargo, junto con Apolo tenían poseídos a los jefes de la policía. Una vez fuera de la comisaría fueron con sus compañeros de grupo, todos se asustaron al verlos pero Artemisa se adelantó con ellos. Hizo algo de magia para hacerlos ver todo lo que había pasado durante el tiempo que Mingyu y Seungkwan estaban en coma. Todos quedaron perplejos, finalmente Apolo se mostró y le dio una señal a su hermana para enseñar su verdadera forma. Apolo y Artemisa hicieron su magia otra vez, les dieron lo que Mingyu y Seungkwan querían.

Mingyu y Seungkwan despertaron momentos después. Estaban en su casa, un día antes del accidente. Tenían la televisión prendida, por un momento dudaron de lo que había pasado. Vieron en la televisión "dos grupos de mafia han sido detenidos en Tokio, Japón. Uno de los integrantes era el famoso CEO de Pledis Entertainment, otros integrantes eran los hermanos Wang". Mingyu tapó su boca por la sorpresa. Vieron en las noticias cómo unas personas muy parecidos a ellos descubrían a atacaban en el mismo lugar que ellos lo habían hecho. Sin embargo ellos tenían su cara completamente tapada y huyeron inmediatamente sin dejar rastro.

—Se dice gracias, malditos puercos malagradecidos. —Una voz femenina se escuchó detrás de ellos seguido de una carcajada. Todos los presentes empezaron a reír.

—Bueno, nos libramos de esos jotos, Zeus y Hera ahora están en el Olimpo y ustedes podrán llegar a tiempo a su entrevista... Si es que se hace, con todo este caos. —El siguiente en hablar fue Apolo, todos se despidieron y finalmente los dioses se fueron.

Mingyu y Seungkwan fueron a dormir, pusieron sus alarmas y esta vez sí tomaron feria para irse por la carretera. Al día siguente cuando despertaron fueron directo a tomar una ducha y a desayunar. Salieron temprano de casa y se fueron por la autopista. Iban escuchando música pero a un nivel moderado, Seungkwan iba de copiloto y de vez en cuando volteaba para evitar que un dios los hiciera chocar.

—Alguien debería decirle a los dios que a la próxima escojan a la persona correcta. —La pareja empezó a reír escandalosamente después de coordinarse para hablar.

Llegaron con seguridad a la casa con sus compañeros, llegando estaban todos de salida solamente esperando a los demás. Seungcheol quiso hablar pero Seungkwan y Mingyu corrieron hacia él y de paso tiraron al mayor.

—¡Abrazo grupal! -dicho esto y sin saber por qué, el resto de los chicos se abalanzó hacia los otros tres.

Se quedaron como cinco minutos riendo y aplastando a Seungcheol hasta que pidió piedad por su cuerpecito. Después de todo, les dieron el día libre para aclarar la situación con el CEO. Los chicos fueron a comprar el vicio. Llegaron a su restaurante favorito y empezaron a hablar de cualquier cosa. Mingyu le dio una mirada leve a Seungkwan quien entendió la señal para hablar.

—Llevamos dos años siendo novios... Mingyu y yo.

Los demás se quedaron quietos un momento, Chan empezó a reír escandalosamente y los demás hicieron lo mismo. Mingyu se quedó paralizado y Seungkwan empezó a beber de su cerveza para evitar la vergüenza.

—Ya sabíamos, se escuchan en toda la casa por las noches. —Chan volvió a hablar sin dejar de reír como pollo de hule. Seungkwan escupió toda su cerveza en la cara de Mingyu quien seguía sin moverse. Minghao fue el siguiente en hablar con una cara de disgusto.

—Y ni si quiera nos han invitado a su casa, pinches imma's.

Mingyu y Seungkwan se fueron pa'trás... Pero bueno, ya tenían una preocupación menos.

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Toda chafa esta mamada, al chile. Urge edición, ya lo haré, no se preocupen