Capítulo único: Pain

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Recuerdo el día en el que nuestros padres decidieron que era una buena idea unir nuestras familias por medio de un compromiso.
Ante tu expresión de decepción quise mostrar indiferencia para que nadie viera cómo me había dolido.
Pero también comprendía porque estabas tan decepcionada, siempre gustaste de Adrien, era normal que te sintieras así.

Pero me dolía ¿sabes? yo quería que me vieras como lo mirabas a él. Adrien y yo eramos idénticos, hasta nuestros padres solían confundirnos.

Entonces ¿por qué, Chloe? ¿por qué no podías mirarme igual?

Disimulé muy bien el dolor que crecía en mi pecho, después de todo sólo teníamos 10 años, aún tenía tiempo para poder enamorarte y ser felices juntos.

Por motivos de negocios tuvimos que volver a Londres y no nos vimos en mucho tiempo.

¿Cuánto había pasado, querida Chloe?
¿siete años? no es que los contara, pero te había extrañado.
¿Me habrías extrañado?

Lo dudaba, pero no costaba nada soñar ¿verdad?

Tu padre me dijo que te encontrabas aún en la escuela, así que decidí ir a verte.
La escuela estaba lleno de niñitos pobretones y con mal gusto para vestir, pero de entre toda esa multitud de adolescentes hormonales resaltabas tú. No pude evitar quedar maravillado al verte caminar.

Cuanta gracia, cuanta elegancia. Chloe eras perfecta. Venías acompañada de una pelirroja que asentía a todo lo que decías. Reí para mis adentros, seguías siendo una mandona.

Mientras veía que cada vez estabas más cerca comencé a ponerme nervioso, obviamente mi lenguaje corporal no me delataría, era ya un experto en disimular todas mis emociones, pero tú Chloe, tú eras tan espontánea, tan expresiva, eso me gustaba pero a la vez me dolía.

Cuando me viste te sorprendiste y luego una mueca apareció en tu lindo rostro. No era la reacción que esperaba.

- ¡es igual a Adrien! - dijo la pelirroja sorprendida

- ¡que ridículo! son completamente diferentes

Esas palabras me hubieran alegrado si las hubieras dicho con otro tono de voz, siempre agradecí que lograras distinguirnos cuando ni si quiera nuestras familias lo hacían, pero cuando hablabas de mí eras tan fría que dolía.

- Félix - dijiste frente a mí con expresión de desagrado - no esperaba verte aquí

- venimos por unas semanas - me encogí de hombros - tu padre me dijo...

- ya, basta - rodaste los ojos - sé que nos comprometieron y todo eso, pero no es necesario que tengas que hacer este tipo de cosas, tú no me agradas y yo no te agrado, no es necesario que fingamos estar a gusto con el otro. Es ridículo, totalmente ridículo

Cada una de tus palabras dolía Chloe, pero como el Graham que siempre he sido no lo iba a demostrar, así como tú que te mostrabas como una irritante niña mimada cuando en realidad yo sabía que eras una chica vulnerable con miedo a salir lastimada. Lo dejé pasar, querida Chloe, como solía hacerlo.

Estábamos obligados a convivir, a pesar de que nuestro compromiso se haría público cuando cumpliéramos la mayoría de edad. Intentabas ignorarme, parecía que tu móvil era mucho más interesante que yo, y no te culpo, Chloe. Siempre me han catalogado de ser aburrido, quizás por no hablar mucho o por no demostrar demasiado mis emociones, pero si tú intentaras, si tú trataras de al menos pasar un rato agradable conmigo yo de verdad intentaría ser el chico más divertido del mundo.

Una sonrisa se dibujó en tu rostro, te veías hermosa, pero algo en ello me perturbó, estabas sonrojada.

¿Chloe?
¿por qué te sonrojas?
¿por qué sonríes de esa manera?
¿a quién le envías esos mensajes?

One-Shot ¡El amor apesta! (Feliloe-Lukloe)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora