Odio cuando madre siempre me manda por el mercado del sur, ahí es donde muy pocos pueblerinos van, más por el hecho de temer ciertos locales donde se practica el Voodoo y venden ciertos materiales de dudosa procedencia, también si bien me he encontrado en problemas muchas veces al pasar por los recónditos pasillos negruzcos y malolientes donde hay cañerías rotas de los baños públicos, he podido ver las ventas de una tienda sucia donde se hacen comida frita en su mayoría y compran bollos enormes rellenos de comida rápida de tu especialidad, no estoy segura de qué es lo que contienen pero las malas lenguas hablan y dicen que son hechos de carne perros callejeros o probablemente de animales en peligro de extinción, osea, ilegal, pero por Doña Martha, estoy segura que algo más se prepara por ahí, pues siempre tiene un mal olor ese local pero extrañamente y contrario a lo que se pensaría, el local permanece abierto y con clientes frecuentes, jamás la ves solitaria.
Pasando por el local de canastas y de panes donde he visto numerosas veces ver salir ratones del tamaño de conejos, y carrerear a los perros quienes huyen de estos, también he logrado ver moscas gusaneras de cerca, ahí está el sitio preferido de mamá, un local clandestino de venta de carne de cordero, ternera y otros animales cotizados rebajados, sí, a veces las mamás como la mia, de las normales, se involucran en algo ilegal de cuando en cuando.
Algunos le dicen "Bambola" pero más por la fachada y la colección de juguetes de trapo que adornan para ver mas amigable por ser algo recóndito y como este pequeño mercado todos los locales están juntos y desorganizados, no filtra la luz solar, a menos que seas un local de arriba de otro o estés cerca de la salida de esos cortos metros cuadrados. Ciertamente todo estaba amontonado ahí, pero no impedía su progreso económico.
El hedor es de algo descomponiéndose, no hay lamparas cerca de ese callejón de comida, siempre corre por el suelo el desecho de la tubería del norte y como verás debes ir preparado con botas de hule y no puedes ver mas que carpas abandonadas y botes de basura, así como ver pocos visitantes por ahí, lo más extraño es que sí llegan a comprar seguido, a veces hasta se le acumulan los pedidos; odiaba ir a comprar ahí.
Odiaba que fueran todos los jueves.
Podía ver las mesas mas grandes, así que tenía que alzar la barbilla y ponerme de puntitas para ver lo que hay por esa carnicería, eso fue cuando tenía 8 años, y mi mamá me había acompañado para conseguir algo de res y carne molida, entonces salté hacia atrás ahogando un grito mientras que la cara cubierta con una máscara blanca de plástico estaba cerca de mi y mamá, mamá rio nerviosa mientras yo apretaba la mano que me sostenía, temblé cuando supe que no era un juguete de ahí sino un hombre, pues unos ojos marrón me devolvían la vista desde el fondo de las cuencas y silenciosamente se alejaba para atender sin dar ni una palabra, pues tal parece se las arreglaba para complacer a los clientes sin mediar palabra o sonido, pero yo.. claramente podía oír su respiración chocando con la máscara blanca.
Aún lo hago.
NOTA2020: este es un short fic así que espero que les guste esta primera parte.
Bambola es muñeco en italiano.
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genitales (Buckethead)
FanfictionEl carnicero donde acudo por los viveres y la carne molida que mamá pide es extraño. ****Puedes leerlo completo en AO3, solamente fue subido a esta plataforma el primer capítulo con fines de publicidad