Capitulo 54

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Aquella cínica sonrisa no salía de su rostro. Sentí que la sangre me hervía ¿Qué diablos hacia él aquí?

—¿Qué quieres? —le pregunté de mala manera. Él volvió a mirar a ____.
—¿No me vas a invitar a pasar? —me preguntó.
Me quedé quieto en el lugar... no iba a dejarlo pasar. Sentí unas pequeñas manos apoyarse en mi espalda. Giré mi cabeza y la miré. Ella asintió levemente.
—Pasa —le dije a mi padre y me corrí de la puerta. Él entró y miró a su alrededor.
—Buenos días, _____ —le dijo a ella.
—Buenos días señor Shin —le respondió.
—Espero no haber llegado en un mal momento.
—No, para nada —dijo _____ y sonrió de manera falsa. Reí por lo bajo —Estábamos por desayunar ¿Quiere desayunar con nosotros?
—No gracias —dijo él y se sentó en una de las sillas. ____ me miró y sonrió de manera dulce. —¿Qué lo trae por aquí señor Shin? —le preguntó.
—Necesito hablar unos asuntos con Wonho —le dijo de manera tajante.
—Bueno... yo ya me estaba por ir, y...
—No, tú no te vas a ningún lado —la detuve. Ella me miró —Cualquier cosa de la que me quieras hablar puedes hacerlo delante de _____, padre.
Él me miró fijo, y luego miró a _____. Ella se veía algo sorprendida.
—Es un asunto delicado —prosiguió él.
—No interesa... yo no tengo secretos con mi novia. Si no se entera ahora, se va a enterar después. —¿Novia? —preguntó confundido.
—Oh, como fui tan tonto de no decirte papi —dije irónico y me acerqué a Vanessa para abrazarla de costado —Te presento a tu nuera... ¿no es encantadora?
David nos miró algo atónitos. Giré mi cabeza para mirar a _____ y sus mejillas estaban totalmente enrojecidas. Levantó la cabeza y me miró. Le guiñé un ojo y negó divertida con la cabeza.
—Así que son... novios.
—Si —dijo ella asintiendo —Espero que le agrade la idea de tenerme en su familia. A mi me encanta que usted sea mi suegro —noté aquel particular tono de sarcasmo.
—Claro que estoy contento... no te imaginas cuanto pequeña —le dijo él.
Noté algo muy extraño en aquella afirmación. La miré fijo, tratando de saber que pretendía.
—¿Y bien? ¿Qué has venido? —le pregunté de manera cortante.
—Cariño, no seas tan grosero. ¿Por qué no le ofreces una taza de café a tu padre? —me preguntó ______. La miré y ella alzó ambas cejas.
—Oh si, tienes razón amor —le dije y me acerqué a donde estaba ella —Papi, ¿quieres café?
—Un poco estaría bien —me dijo él. Agarré una taza y serví el café. Me acerqué al oído de ______. —¿Puedo escupir un poco en él? —le pregunté.
Ella soltó una leve risita y ambos miramos a mi padre.
—Un poco no estaría mal... creo que ha arruinado algo —susurró ella.
—Ha arruinado todo —le aseguré. Tomé la taza y se la alcancé a mi padre —Aquí tienes... —Gracias —susurró él.
—Bueno, ¿A qué has venido exactamente? —le pregunté mientras me sentaba frente a él.
_____ tomó un vaso de jugo y se sentó a mi lado, mirando fijamente a mi padre. Él la miró y luego volvió su vista a mí.
—Quiero que trabajes conmigo de nuevo —me dijo.
—¿Para qué? —le pregunté.
—Porque lo necesito... ya te dije una vez que hay veces que yo no puedo firmar los papeles y como tú eres mi hijo necesito tu ayuda.
—¿Qué clase de ayuda señor Shin? —preguntó _____ apoyando el vaso en la mesa.
Él la miró con recelo. Estoy completamente seguro que no le agrada para nada que _____ este sentada frente a él escuchando todo. Principalmente porque no puede hablar como quiere.
—Tengo muchos negocios señorita _____ y no puedo atenderlos todos.
—Que lastima señor Shin. Pero ¿no le contó Wonho que esta semana que viene tenemos parciales en la Universidad? —preguntó y me miró —¿No le contaste, cielo?
La miré extrañado. Nosotros no teníamos ningún examen o algo parecido esta semana. Entonces entendí aquello. Miré a mi padre.
—¿No te conté papá? —le pregunté. Él me miró serio —Lo lamento otra vez... no sé que pasa conmigo últimamente que me estoy olvidando de contarte tantas cosas importantes.
—Bueno, eso no es nada —dijo _____ y sonrió —Entonces señor Shin... no creo que Wonho pueda ayudarlo esta semana. Y tampoco la otra.
—¿Por qué? —preguntó él de mala gana.
—Wonho y yo... estamos trabajando juntos en la oficina de mi madre y... le prometimos que en las próximas dos semanas íbamos a ayudarla en un proyecto muy importante que tiene. ¿O no amor? —Si... también me olvidé de aquello. ¡Que cabeza de novio la mía! —dije divertido y con _____ nos echamos a reír. David estaba más serio de lo que la situación ameritaba. Simplemente me encanta verlo así. Molesto, sin saber que decir, ni que hacer.
El timbre de mi casa volvió a sonar. _____ me miró y yo la miré. Ambos fruncimos el ceño.
—Que solicitados que estamos hoy, Wonho —dijo ella poniéndose de pie —Yo iré a abrir.
_____ se alejó de mí y miré a mi padre.

Peligrosa Obsesión (Wonho y ___) ADAPTADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora